Se trata de una cría de Claverina, osa liberada en 2018 en el Pirineo, en la muga entre Francia y Aragón. Gracias a la presencia de osos, la DGA renueva su compromiso de inversión de “más de 300.000 euros, para compatibilizar la presencia de esta especie en peligro de extinción con la actividad ganadera” y otras medidas “consensuadas en la Mesa del Oso”
