Es una realidad que los veranos duran en Huesca 44 días más que en 1980, que tenemos más olas de calor, de mayor intensidad y duración, menos agua, nieve y frío. En una comunidad donde la nieve representa el 10% del empleo directo o el sector alimentario el 25%, no es difícil entender las consecuencias tanto a nivel social, económico y ambiental a las que nos enfrentamos. Para alertar, para poner en la agenda municipal el cambio climático y para generar compromisos desde las instituciones, solicitamos la declaración de emergencia climática en Huesca. En cualquier grupo aparece, de forma natural, …