Es la primera evidencia de que las tortugas del género Eocenochelus aprovechaban para desovar las zonas arenosas de un gran delta que se abría al Cantábrico


Es la primera evidencia de que las tortugas del género Eocenochelus aprovechaban para desovar las zonas arenosas de un gran delta que se abría al Cantábrico

Se calcula que entre 500.000 y un millón de toneladas de redes y artes de pesca se abandonan en el océano cada año y se convierten en trampas mortales para mamíferos, tortugas y aves marinas que mueren enredadas o asfixiadas