Todo se realimenta. La crisis energética, que no sale en las portadas de los periódicos ni está en los discursos políticos, pero va minando poco a poco la economía mundial, hace que este país (hoy) y aquel otro (mañana) entren en crisis. La crisis económica trae consigo, inevitablemente, la crisis social. La gente se ve cada día en una situación más precaria y es presa fácil del miedo. Miedo de los pobres que temen por su sustento y miedo de los ricos, que quieren continuar con el business as usual de las ganancias crecientes en mercados cada día más inciertos. Miedo que …
