Los medios de comunicación aragoneses recogen con natural alegría, el hecho de que la recién inaugurada EDAR de Torla resuelva la depuración de una zona de alto valor natural y del mismo nivel de ocupación turística. Es una buena noticia que el río Ara vaya a dejar de recibir 400 metros cúbicos de aguas residuales al día. Pero, toda realidad es poliédrica y esta no lo es menos.
