Despejado el panorama de convocatorias electorales (quizá solo de forma temporal) tras la investidura de Rajoy, propiciada por PP, Ciudadanos y PSOE, se abre un espacio para las “tareas pendientes” de ese amplio movimiento político conformado, tras años de movilizaciones e iniciativas ciudadanas, en torno a confluencias electorales y colectivos como Podemos. Uno de esos asuntos pendientes es el de la articulación de sus espacios organizativos -necesariamente plurales-, con los serios problemas que plantea la fórmula “partido” como trasfondo, y la exigencia de horizontalidad, transparencia y democracia “real” (también en las organizaciones políticas) impulsada por el 15M. Este debate, continuación …