Esta tarde Zaragoza ha vuelto orgullosa a las calles. Tras el vacío de 2020 las banderas LGTBQIA, el brilli brilli y sus mágicas criaturas han vuelto a sacudir la ciudad. Mágicas porque todavía hay quienes creen que no existen, incluso hay ministras que niegan haber visto una aún teniéndolas entre sus filas.
