En la primavera de 1949 un grupo formado por diez guerrilleros de la CNT cruzó los Pirineos con el propósito de llegar al Baixo Aragón para llevar a cabo dos acciones encomendadas por el Comité Nacional. Nunca cumplieron sus objetivos. Cinco de ellos fueron capturados y fusilados en el Cementerio de Torrero en marzo de 1950; otros tres murieron en una emboscada.
