Las recientes declaraciones del presidente Azcón a favor de retomar los proyectos hidráulicos del Pacto del Agua y en particular el embalse de Santaliestra, trae a la memoria a la Ronda de Boltaña que invoca, pone música y sentimiento a un fantasma que recorre el Pirineo y a un escalofrío que va de mar a mar. En esta ocasión el fantasma es la vieja política hidráulica aragonesa llevada de la mano por su presidente autonómico que parece tentado por la política estatal que se cocina en Madrid que, a buen seguro, aceptaría su amable sonrisa como inversión en el mercado …

