Parece ser que hacía falta concordia en este país, y que mejor concordia que volver al espíritu del 78, ese que ahora revisamos y que al parecer sirve para curar todos los males sociales. Lástima que no les sirva a quienes lo invocan para cumplir con la Constitución, aceptar las normas parlamentarias y, sobre todo, ser justos y ponderados en sus afirmaciones. Todo en bien de la "concordia". Los redactores del concordante texto han pensado, al parecer, que nadie podría estar en contra de un plan que invoca tantas verdades y para bienes universales... pura palabrería. Una declaración de intenciones …


