En un contexto ya de por si dramático como es el de Sudán del Sur, donde la violencia contra cientos de miles de personas y los desplazamientos forzosos no dan tregua a la población, la advertencia que hizo Médicos Sin Fronteras (MSF) hace un año a la comunidad humanitaria y a los donantes no ha dado lugar a ninguna acción estructural o decisiva para evitar la escasez de medicamentos esenciales que hay en todo el país
