Al contrario de lo que pasó con sus homólogos en Europa, la ultraderecha del Estado español fracasó en sus objetivos electorales en las elecciones europeas del pasado 25 de mayo. Es cierto que el voto ultra de alguna candidatura se duplicó en relación al 2009, pero solamente si atendemos a cuestiones numéricas sesgadas. Si en cambio analizamos el contexto global y el voto del resto de electores del estado, además de tener en cuenta elecciones de otro tipo y otros años, las candidaturas de ultraderecha se han quedado muy lejos de convertirse en la “alternativa española” contra el bipartidismo. Así …
