Cuando parecía que lo más llamativo de la actualidad española eran las agresiones machistas en la jet set del famoseo mediático-político de la villa y corte, el clima se ha puesto en cabeza y lo ha trastocado todo hasta límites impensables hace apenas unos días. La naturaleza ha reclamado su puesto, los barrancos, de ordinario secos, han sacado las escrituras geológicas de sus propiedades y han tomado posesión de su patrimonio obligando a guardar silencio, siquiera momentáneo, en el insoportable reñidero partidista que se ha adueñado del centro de la convivencia española. Tanto es así que el mismísimo líder del …
