Investigadoras de la Universidad de Zaragoza y la Fundación ARAID co-lideran el descubrimiento de un potencial fármaco para luchar contra la tuberculosis resistente. El antibiótico, que se encuentra ya en fase clínica en Sudáfrica, se puede administrar por vía oral, lo que facilitaría el acceso a la población afectada, unas 400.000 personas cada año.
