Celebremos que uno de los valiosos valles del Pirineo aragonés mantendrá su frágil equilibrio medio ambiental alejado de los ‘señores del ladrillo’. Celebremos que en virtud de una contundente sentencia judicial los especuladores y usureros mantendrán sus billeteras alejadas de uno de los enclaves paisajísticos más hermosos de las montañas de Aragón. Celebremos que el sentido común, que dicta la obligación ética de preservar la biodiversidad para generaciones futuras, ha visto reforzadas sus posiciones también desde el frente judicial. Celebremos. Porque es necesario celebrar para que las luchas en defensa de la tierra recobren energía, se revitalicen y salgan fortalecidas. …