En opinión de Apudepa, el Ayuntamiento de Zaragoza y el presidente del Distrito del Casco Antiguo, Alfonso Mendoza, “se ríen doblemente de los vecinos: lo que se ha mantenido mal durante 16 años no se puede quitar de un plumazo no dando satisfacción a los vecinos y cometiendo además una presunta ilegalidad”.
