Una traficante de drogas, una escritora con problemas para comunicarse, una ninja universitaria, una incubadora y una trans jubilada. Estas son las protagonistas que algunos colectivos feministas de Aragón han elegido para representar la ficción feminista actual. Cualquiera diría (o dice) que las series de televisión van de mal en peor o que el feminismo ha perdido el rumbo, si no fuera porque todas ellas, con sus taras, privilegios y vulnerabilidades encarnan de alguna manera la lucha contra el patriarcado.