Durante el emotivo recorrido de la manifestación, repleto de gente en todo momento, con 60.000 personas agolpadas en la pequeña localidad navarra según las cifras de Altsasu Gurasoak, se ha ovacionado continuamente el paso de la cabecera de la manifestación, además de lanzar un grito exigiendo la libertad de los siete jóvenes que todavía continúan en prisión