SIGAD, el nexo común entre Grupo Heraldo y Partido Popular

El 3 de diciembre de 2012, el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón presenta a licitación, “la implantación y mantenimiento de una aplicación de gestión académica para los centros docentes de educación secundaria del Departamento” por valor de 672.727,27 euros. Por otro lado, la diputada del Grupo Parlamentario Podemos Aragón, Erika Sanz, preguntará el próximo viernes, y durante el Pleno de las Cortes de Aragón que comienza este jueves, a la consejera de Educación, Cultura y Deporte, Mayte Pérez, cuáles son las actuaciones que está poniendo en marcha su Departamento para mejorar el funcionamiento de la aplicación SIGAD.

Logo SIGAD

Imaginen por un momento que forman parte de la estructura administrativa, del profesorado o de dirección de un Instituto de Enseñanza Secundaria, cualquiera que sea, en Aragón. Para la realización de las tareas de gestión académica que son necesarias en un instituto necesitará, como es obvio, un programa informático. Para crear listas del alumnado, listas del profesorado, ausencias y presencias en clase, notas de cada trimestre, confección de horarios y planning de asignaturas, en definitiva, cualquier labor que resulte menester a la hora de establecer la gestión de dicha estructura.

Pues bien, hasta el curso 2013- 2014, usted no hubiera tenido ningún problema en adaptarse al sistema informático que hasta entonces había estado funcionando en los Institutos de Enseñanza Secundaria en Aragón, o lo que es lo mismo, el programa IES 2000 y SGD (Sistema de Gestión Docente o también conocido como Tamagochi). Cabe destacar, que éste programa fue proporcionado por el Ministerio de Educación y resultó gratuito para el Gobierno de Aragón.

Sin embargo, si hablamos de que su incorporación al ámbito de la Educación se produce a partir de dicho año, es decir, curso escolar 2014- 2015, las probabilidades de sacar adelante su rutina diaria disminuirían profundamente. Esta es al menos la situación que se ha encontrado la comunidad educativa en los IES de Aragón hasta nuestros días, curso escolar 2016- 2017.

Recién estrenado dicho curso, y tres años después, los problemas citados con la gestión informática en todos los IES de Aragón continúan estando en plena vigencia. Para entender el porqué, simplemente hay que conocer cual es el nombre del programa que realiza actualmente la gestión informática en los Institutos. Su nombre, SIGAD (Sistema de Gestión Académica y Didáctica). A estas alturas, de sobra ya conocido por todo el sector educativo en Aragón.

Lo primero que hay que conocer es cómo se produce el cambio de una herramienta, que hasta entonces funcionaba correctamente, a otra que no da más que problemas y que ha puesto, desde el curso 2014- 2015, a todo el mundo en contra, ya sean padres y madres, profesorado, alumnado, sindicatos, plataformas, partidos políticos –salvo uno- y hasta el Justicia de Aragón, que ha interpuesto varias quejas ante la consejería de Educación.

Pues bien, corría el año 2012 cuando el departamento de Educación del Gobierno de Aragón, con Dolores Serrat (Partido Popular) a la cabeza, decide que es necesaria la implantación de un sistema de gestión informática que sustituya al anterior. Por eso, cabría preguntarse, ¿por qué? si funcionaba perfectamente. Simple y llanamente por intereses económicos, o al menos es lo que parece. De hecho, el 3 de diciembre de 2012, el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón presenta a licitación, “la implantación y mantenimiento de una aplicación de gestión académica para los centros docentes de educación secundaria del Departamento” por valor de 672.727,27 euros. Una cifra nada desdeñable si partimos de la base de que con esta nueva aplicación no se va subsanar ningún problema porque no había tal.

A la licitación se presentan dos empresas, una de ellas, la empresa que desarrolló el anterior sistema SGD y que contempla una amplia experiencia en software de gestión educativa, y la segunda de ellas, una UTE conformada por dos empresas, IA Soft e Híberus Tecnologías de la Información S.L. La primera, al parecer, fue eliminada del concurso “por un defecto de forma”. Así que el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón admitió como única oferta la correspondiente a la UTE formada por IA Soft e Híberus Tecnologías de la Información S.L. La adjudicación se concede el 27 de marzo de 2013, la formalización del contrato se produce el 13 de mayo de 2013 y la correspondiente publicación en el BOE es el 3 de junio del mismo año.

¿Pero de dónde sale esta empresa? ¿o mejor dicho, de dónde salen estas dos empresas que conforman la UTE y que se hacen con la adjudicación por valor de 672.727,27 euros? IA Soft es una firma aragonesa que desarrolla software para la administración pública, local y para el sector privado. Dicha empresa es propiedad de Caja Inmaculada (CAI) casi en un 100 % de su capital. En el año 2008, la empresa tecnológica Oesía –antigua IT Deusto- adquiere IA Soft, por lo que CAI pasa a formar parte del accionariado de Oesía, después de que ésta completara una ampliación de capital de 40 millones de euros gracias a otras cajas (Caja Burgos, Caja Castilla La Mancha, Cajasol y Caja Granada).

Por otra parte, si comprobamos la estructura de la que se compone el Consejo de Administración de la empresa Híberus Tecnologías de la Información S.L., podemos ver que como presidente figura Íñigo de Yarza López Madrazo, miembro de la familia Yarza y dueña del Grupo Heraldo. Un grupo vinculado al negocio inmobiliario y que llegado el momento preciso diversificó sus negocios hacia el sector audiovisual, véase la productora de televisión Chip Audiovisual –conocida últimamente por la situación laboral precaria a la que están sometidos sus trabajadores y trabajadoras-.

Además, también resulta importante conocer que el principal accionista de Híberus es la empresa Ibercentro Inverebro, de la que el Grupo Heraldo es dueña al 75 %, mientras el otro 25 % restante pertenece al Diario de Navarra.

Pero todavía hay más. Dentro de la composición del Consejo de Administración de Híberus se encuentra como consejero delegado Ricardo Mur Monserrat, antiguo Teniente Alcalde con Luisa Fernanda Rudi en el Ayuntamiento de Zaragoza con el Partido Popular- al igual que Dolores Serrat-, presidente de la CEOE Zaragoza, actual vicepresidente primero de la Confederación de Empresarios de Aragón y miembro de la Comisión de Régimen Interior de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Sin duda, altos cargos ejecutivos, los de Monserrat, en organizaciones nada despreciables para cualquier empresario que se precie.

A todo esto cabe preguntarse, ¿puede resultar todo este entramado de intereses políticos y económicos fruto de la casualidad viendo las múltiples conexiones que existen entre ambos lados?

Problemas y carencias del programa SIGAD

Dejando a un lado la parte puramente económica y empresarial, que son importantes pero no únicas, pasamos a realizar un análisis de la parte funcional del programa gracias a información a la que ha podido acceder AraInfo. SIGAD se compone de dos partes, la dedicada a la gestión más institucional, ‘Académica’ –de la que se encarga IA Soft- y la parte enfocada a la gestión del día a día, ‘Didáctica’ –que gestiona Híberus-. Ambas empresas han utilizado productos que ya tenían desarrollados. IA Soft se basó en GIR Académica e Híberus en otra solución que ya conocían de antemano. Desde luego, con esta forma de proceder se han abaratado costes de forma significativa en la confección de SIGAD.

La implantación de SIGAD ha estado siempre salpicada de problemas. En una primera fase, la aplicación carecía de las características necesarias para su correcto funcionamiento, tanto en la parte ‘Académica’ como en la ‘Didáctica’. Sin embargo, durante estos años la parte ‘Académica’ ha sido mejorada por parte de la empresa hasta llegar a un punto mínimo de solvencia.

Aún así, los problemas que persisten en esta parte están relacionados con la lentitud de la plataforma, factor que la empresa sigue sin solucionar porque no sabe dónde está exactamente el problema; problemas de usabilidad, cuyas decisiones de diseño provocan que su uso resulte enormemente tedioso –dispersión de información en varias pantallas, restricciones en la modificación de datos y demasiados clicks para realizar acciones básicas-; ritmo de desarrollo de SIGAD y disponibilidad de mejoras, parece ser que sobre el papel la empresa debería de tener tres desarrolladores trabajando a tiempo completo en este ámbito, pero lo cierto es que no es así, lo que implica que el ritmo de desarrollo no sea el deseado y las mejoras se tengan que demorar; y por último los errores cometidos por la empresa, los cuáles se cometen por la acumulación de trabajo a la que se ve sometido el grupo de programación para poder rentabilizar un proyecto que, seguramente, para la empresa es deficitario.

Si nos fijamos en la parte ‘Didáctica’, ésta ha sido notablemente menos mejorada por parte de Híberus y los espacios entre mejoras mucho más largos. Si bien es cierto que se han adaptado ciertos elementos que se consideraban fundamentales, el margen de mejora es todavía enorme. Al parecer, la voluntad de la empresa para realizar dichas mejoras es mucho menor y aunque la aplicación permite realizar el trabajo de los y las docentes –controlar las faltas de asistencia, la calificación de alumnos y el acceso de las familias a información del alumno-, los esfuerzos deben centrarse en la mejora de la parte ‘Académica’ para posteriormente encargarse de la parte ‘Didáctica’.

Las carencias de las que adolece ‘Didáctica’ incluyen la limitación general de sus características, la comunicación entre usuarios es muy limitada también y la explotación de datos resulta casi imposible. Asimismo, la gestión de usuarios para padres y madres y alumnado, es enormemente problemática, ya que resulta muy complicado resetear contraseñas y dicha labor sólo se puede hacer desde ‘Didáctica’.

Por otra parte, en estos momentos la administración tiene empleadas a seis docentes que trabajan a tiempo completo y uno a tiempo parcial, cinco personas que se encargan de la informática y que suman aproximadamente un 75 % del total de la jornada, y un jefe de unidad. La desproporción con la UTE es evidente y el coste para la administración está siendo mucho mayor que lo que indica el contrato de externalización.

El contrato termina a finales de este curso, será entonces cuando se deberá elaborar una nueva licitación para seguir dando servicio o bien internalizar el servicio para que lo realice íntegramente la administración con sus propios medios, algo que al parecer, por el personal del que dispone en estos momentos es totalmente capaz de llevarlo a cabo. Únicamente sería necesario la contratación de personal de desarrollo. Así pues, quizá no sea factible a corto plazo, pero sí que resulta viable a medio plazo. De esta forma, creando los puestos de trabajo necesarios en la administración de forma progresiva y orientando la licitación hacia una situación puente entre la externalización plena –que ahora mismo tampoco lo es- y la internalización con un periodo de contratación corto, pueda ser la solución más pragmática en estos momentos.

Podemos Aragón lleva el SIGAD a las Cortes de Aragón

Por otro lado, la diputada del Grupo Parlamentario Podemos Aragón, Erika Sanz, preguntará el próximo viernes, y durante el Pleno de las Cortes de Aragón que comienza este jueves, a la consejera de Educación, Cultura y Deporte,  Mayte Pérez, cuáles son las actuaciones que está poniendo en marcha su Departamento para mejorar el funcionamiento de la aplicación SIGAD. Una pésima situación que continúa persistiendo desde su implantación en el año 2013 y que nunca termina de solucionarse. Cabe destacar, que ahora el problema está encima de la mesa de la consejera del Partido Socialista y no del Partido Popular, que fue el impulsor de esta nefasta iniciativa, pero que por lo visto hasta ahora, tanto en el ámbito municipal como en el territorial, la situación de apego del PSOE a los grandes empresarios ha alcanzado el nivel del Partido Popular, por lo tanto no tendrá ninguna dificultad en actuar en consecuencia.

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