Pero, ¿dónde se ha metido el 15-M?

Ya no se ven esas ríadas de gente que inundaban las calles de cantos y griteríos. Apenas se ven portadas con miles de manos elevándose al infinito, ni simpáticas acampadas que llenaban las plazas. Como si un vendaval se los hubiera llevado ¿Qué ha sido de ellos? ¿Dónde se han metido? El 15-M se ha metido en esa casa que un banco le quiere quitar a esa familia a la que engañó con una hipoteca imposible de pagar. El 15-M se ha metido en escuelas e institutos tiñéndolos de verde para que la Educación no termine siendo una mercancía. Se …

Ya no se ven esas ríadas de gente que inundaban las calles de cantos y griteríos. Apenas se ven portadas con miles de manos elevándose al infinito, ni simpáticas acampadas que llenaban las plazas. Como si un vendaval se los hubiera llevado ¿Qué ha sido de ellos? ¿Dónde se han metido?

El 15-M se ha metido en esa casa que un banco le quiere quitar a esa familia a la que engañó con una hipoteca imposible de pagar.

El 15-M se ha metido en escuelas e institutos tiñéndolos de verde para que la Educación no termine siendo una mercancía. Se ha metido en ese hospital que están desmantelando para impedir que unos mafiosos ganen dinero con la salud de nadie.

El 15-M se ha metido en las oficinas del paro para que que la gente encuentre espacios donde disolver su angustia y mantener su esperanza.

El 15-M se ha metido en las organizaciones sociales para refrescar sus funcionamientos y sus objetivos. Se ha metido en los viejunos sindicatos para actualizar sus oxidadas estructuras y sus formas de protesta.

El 15-M se ha metido en la mente de cientos de miles de ciudadanos y ciudadanas que no tenían un referente para expresar su descontento y mantener su esperanza.

El 15-M se ha metido, sobre todo, en las cloacas del Poder, el económico y el político, sacando a la luz la podredumbre que encierra un Sistema donde las personas no son más que números.

El 15-M, en mayor o menor grado, se ha metido en las entrañas de una sociedad que había dejado todo en manos de una mafia que llaman mercados.

El 15-M no son plazas ocupadas ni manos al aire ni lemas originales ni sentadas sobre el asfalto ni cantos simpáticos ni oleadas de gentes... El 15-M es una cultura, una moral, un espíritu, una filosofía, una utopía...

El 15-M es una marea cargada de dignidad que recorre medio mundo. Se ha metido a hacer Política, justamente lo que más temen los políticos al uso. Con todos sus errores, el 15-M se ha metido donde nunca nadie había osado hacerlo antes.

El Ventano

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