El líder del PP en Aragón no parece tener prisa para realizar su trabajo: negociar con el resto de fuerzas políticas de las Cortes de Aragón su hipotética investidura como presidente de la DGA, y comenzar así a solucionar los problemas de la sociedad aragonesa. Su único socio posible, el ultraderechista Vox, con quien ya gobernó en la capital del país, ha reiterado que llevan “cincuenta y tantos días sin negociar”, por lo que afirma que “cualquier escenario es posible”, y ya amenaza a los populares con una repetición electoral si no entran en el Gobierno de Aragón.
