Los muladares o PAS son espacios, generalmente cerrados, acondicionados para la alimentación de aves necrófagas. El muladar Mesa-Piedra se diseña con el objetivo específico de mejorar el estado de conservación del milano real y el alimoche común, mediante una gestión específica del mismo de acuerdo con la estrategia alimentaria y la etología de las especies objetivo. Todo ello les asegura una fuente de alimentación suficiente, de calidad y accesible para favorecer la recuperación de las poblaciones de estas especies.
El milano real y el alimoche común son dos especies de aves necrófagas de gran importancia europea dado su carácter migratorio y estrechamente vinculadas a Aragón por sus estructuras naturales óptimas para el asentamiento y la reproducción. De hecho, Aragón es el país que alberga el mayor número de parejas reproductoras de alimoche a nivel estatal, y la segunda mayor población de milano real invernante de toda de Europa. “Por ello, es necesario realizar acciones locales que aseguren su supervivencia y mantenimiento”, aseguran desde Acobija.
El PAS muladar Mesa-Piedra, ubicado en la Comunidad de Calatayud, “es el pilar fundamental sobre el que se desarrolla el proyecto ‘Pequeñas Aves Necrófagas para la Biodiversidad’, un proyecto de conservación, diseñado e implementado por Acobija Conservación, que tiene como objetivos principales”:
- Frenar la pérdida de biodiversidad
- Restaurar el hábitat de alimentación natural de las especies objetivo y otras necrófagas
- Favorecer la conectividad del corredor biológico del Sistema Ibérico.

Resultado obtenidos
Durante el primer año de gestión, los resultados obtenidos “cumplen con todos los objetivos establecidos para esta primera etapa, es decir, el reconocimiento y asentamiento en la instalaciones de las especies objetivo distribuidas dentro del ámbito de actuación del proyecto y como punto de apoyo a la conectividad del corredor biológico del Sistema Ibérico, reforzando los pasos migratorios y la dispersión de ejemplares”, explican.
Desde su puesta en marcha, se han aportado al muladar 2.850 Kg. de conejo procedentes de descartes de explotaciones ganaderas. Esto supone un ahorro de emisiones de CO2 de 2.450 Kg. Por otra parte, ha habido presencia de milano real y alimoche común, con incremento gradual de su permanencia en la instalación y un aprovechamiento del 100% del alimento ofrecido. Tampoco se han observado desplazamientos por parte de especies más grandes, concretamente buitre leonado, hacia las especies objetivo.
Finalmente, se ha recogido la presencia de otras aves asociadas al consumo de carroña como buitre negro, buitre leonado, milano negro y distintas especies de córvidos, entre otros. Asimismo se han avistado múltiples especies de avifauna asociadas al consumo de insectos necrófagos.
Necesidad social y ambiental del proyecto
En las últimas cuatro décadas, la población mundial de especies silvestres se ha reducido en un 60 % como consecuencia de las actividades humanas y casi tres cuartas partes de la superficie terrestre se han visto alteradas. La pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas se encuentran entre las mayores amenazas a las que se enfrenta la humanidad ante la próxima década y están estrechamente relacionadas con un empobrecimiento del capital natural y la pérdida en calidad de vida de la sociedad.
Es necesario desarrollar iniciativas y actuaciones que fomenten activamente la regeneración y conservación del Patrimonio Natural. El proyecto ‘Pequeñas Aves Necrófagas para la Biodiversidad’ aborda y afronta esta creciente problemática y, para el diseño e implementación del mismo, se han tenido en cuenta las recomendaciones y necesidades a cubrir que incluye el informe de la UE, publicado en Bruselas en mayo de 2020, en relación a la Estrategia de la UE sobre Biodiversidad de aquí a 2030.
Apoyos y agradecimientos
La construcción y puesta en marcha del PAS Muladar Mesa-Piedad “ha sido posible gracias a la participación y apoyo de DF Grupo. El objetivo de la colaboración entre las entidades es impulsar actuaciones para mejorar los recursos naturales y favorecer el desarrollo social en la Comunidad de Calatayud”, detallan desde Acobija Conservación.
Asimismo, “este proyecto cuenta con la autorización de la Dirección General de Medio Natural y Gestión Forestal del Gobierno de Aragón y también se contó con la concesión de las subvenciones LEADER a través de la gestión del Grupo de Acción Local ADRI Calatayud-Aranda”.