Del nacionalismo al independentismo. Organización, táctica y estrategia

“Las ideas no viven sin organización”. Antonio Gramsci. [cas] 1. Todo pensamiento político que se precie como, no ya revolucionario, sino de izquierdas, debe ser dinámico, adaptarse a la realidad cambiante y plantear su intervención en ella en base a criterios tácticos que planteen un correcto trabajo teórico-práctico (discusión ideológica e intervenciones concretas en la realidad cotidiana) capaz de generar conciencia de clase, para en el largo plazo, y de una forma estratégica, ser capaz de resolver los intereses históricos de los pueblos trabajadores oprimidos y explotados. Es lo que, en la actualidad, con un aniquilamiento bárbaro de la clase …

Enseñanza Aragón 1979 Pegatina de enseñanza, Zaragoza, 1980 (Archivo La Alcarria Obrera)Las ideas no viven sin organización”. Antonio Gramsci.

[cas]

1. Todo pensamiento político que se precie como, no ya revolucionario, sino de izquierdas, debe ser dinámico, adaptarse a la realidad cambiante y plantear su intervención en ella en base a criterios tácticos que planteen un correcto trabajo teórico-práctico (discusión ideológica e intervenciones concretas en la realidad cotidiana) capaz de generar conciencia de clase, para en el largo plazo, y de una forma estratégica, ser capaz de resolver los intereses históricos de los pueblos trabajadores oprimidos y explotados.

Es lo que, en la actualidad, con un aniquilamiento bárbaro de la clase obrera tanto en lo subjetivo (eliminación de la conciencia), como en lo objetivo (terciarización, desindustrialización, precarización y temporalidad), toca. Nos toca, pues, empezar como quien dice, casi de cero.

Lo contrario (la ausencia de pensamiento dinámico crítico-autocrítico) nos aboca a la fosilización ideológica, al dogmatismo, a la ausencia de autocrítica, a la perpetuación de formas erróneas pero cómodas de hacer política. A lo que es contrario al marxismo y al socialismo revolucionario. Ello nos lleva a la no previsión de los movimientos de los enemigos de clase, o incluso, a la colaboración deliberada y justificada en base a tácticas erróneas que nos hacen ser arrastrados por ellos, no ya por su pensamiento, sino también por su práctica política.

Este acomodamiento y falta de cuestionamiento continuo de las realidades cambiantes nos hace ponernos a la cola de sectores pequeño burgueses, y legitimarlos para que sean ellos los que nos arrastren hacia la protección de sus intereses, que no son los nuestros. Existen multitud de ejemplos en los que sectores revolucionarios nos hemos puesto a la cola de la pequeña burguesía para, juntos, defendernos del gran capital, siendo finalmente absorbidos, divididos y dinamitados.

No hay que confundir la acumulación de fuerzas populares y anticapitalistas en base a un programa de mínimos que sea capaz de plantear una alternativa revolucionaria socialista, con dejar de lado nuestros objetivos estratégicos en pos de unidades ficticias (casi siempre electorales) que resultan siempre beneficiosas para los intereses de los grupos hegemónicos de esas unidades, que suelen ser, por su ambigüedad y laxitud de discurso, los sectores reformistas y socialdemócratas.

Así pues, es necesario poner nuestro pensamiento y práctica política en concordancia con los cambios sociales para así, desarrollar unas buenas luchas tácticas que nos hagan avanzar hacia la misión histórica que como pueblo y clase trabajadora, tenemos las y los aragoneses. Las luchas y estrategias que tiene hoy la izquierda nacional aragonesa, no son, ni pueden ser las mismas, que las que tenía el regionalismo de izquierdas en los años 80 y especialmente en los 90.

Las reivindicaciones autonomistas, por la identidad nacional, fueron reivindicaciones de cariz democrático, que no tuvieron, pero debieran haber tenido, mucho de transicionales, de paso previo hacia políticas autodeterminísticas claras, con un sujeto colectivo, el pueblo trabajador aragonés, como principal protagonista. No fue así. Se quedaron en tibias reclamaciones técnicas,(no políticas, suplicadas más que conquistadas) de mayor autogobierno.

Ese camino, liderado en los 90 por las políticas reformistas de CHA (donde se integraban sectores más de izquierdas y rupturistas), terminó legitimando la propia esencia de un Estado Español antidemocrático (por borbónico y capitalista), con sus políticas reformistas e integracionistas, (por pseudo-federalistas), que estaban alejadas de cualquier interés del pueblo trabajador aragonés, al que sólo hacían pequeños, superficiales y vagos guiños con cuestiones coyunturales y sectoriales como el ecologismo, la identidad y la cultura o el antimilitarismo.

El aragonesismo político más a la izquierda legitimó a España. Pero las realidades cambian, y aunque ese partido siga perpetuando unas políticas similares alejadas de cualquier interés de clase del pueblo aragonés, y por lo tanto siga, con su federalismo, legitimando al Estado Español, hoy ya no nos encontramos en el Aragón de la postransición.

Se han desarrollado nuevas condiciones objetivas (crisis capitalista internacional e histórica, desarrollo de nuevas formas de organización y protesta social, nuevos marcos de lucha de confrontación nacional en el Estado…), y por lo tanto subjetivas (nuevo impulso a las conciencias nacionales en el Estado, pequeño aumento de la conciencia de clase…)que han permitido el nacimiento de una izquierda rupturista, independentista y de clase, que proviene en gran parte de este aragonesismo de izquierdas, pero se ha enriquecido con elementos ideológicos de otras tendencias y corrientes políticas.

Las reivindicaciones de mayor autogobierno en un marco capitalista y monárquico son una entelequia. El estado de las autonomías ha quedado obsoleto, y la Historia ha demostrado que, no solo no ha satisfecho los intereses de las clases trabajadoras (no se podía esperar otra cosa, pues fue elaborado por la oligarquía españolista), sino que ha supuesto la construcción del entramado propicio para el fomento de la especulación y el juego caciquil polítiquero.

En su día, cierto es, fue progresista y, si de algo ha servido ha sido para crear las condiciones propicias para que en su seno hayan surgido, o resurgido, las opciones revolucionarias independentistas y de clase.

En la dinámica de la Historia, es necesario, y justo, entender estos avances políticos, democráticos y sociales como experiencias de lucha y reivindicación de los derechos nacionales del pueblo aragonés. Pero, mal que nos pese, ahí quedaron. Fueron experiencias y proyectos que respondieron a una época concreta, que se fundaron como respuestas necesarias para resolver unas contradicciones concretas, pero que una vez superadas, su estatismo antidialéctico y antidinámico, no hace sino servir de muro de contención, reaccionario y conservador, para el necesario empoderamiento del pueblo trabajador aragonés.

Una vez resuelto el tema de la autonomía y el autogobierno técnico, las luchas tienen que ir más allá de aquellas reivindicaciones democráticas. Lo que entonces se planteaba como democracia y autonomía (o autogobierno) como dos caras de la misma moneda, hoy es necesario dar un paso más en la Historia y en el avance que la lucha de clases exige.

Es necesario pasar de “democracia y autogobierno” a “socialismo e independencia”. Es el paso indispensable para la liberación del pueblo trabajador aragonés.

2. Por lo tanto, los proyectos partidistas y organizativos, tienen que ser medios para alcanzar fines, y no convertirse en fines en sí mismos. Tienen que ser respuestas a realidades y épocas determinadas, a naciones concretas, y no expresiones abstractas.

La construcción nacional, también debe responder a esas realidades objetivas, concretas y presentes. Y en ese marco se debe situar el esfuerzo de la izquierda nacional aragonesa. La construcción de una nación al servicio de su clase trabajadora en base a la realidad actual.

Las naciones no son entes anquilosados en la historia, legitimados en ella, por mucho que sea el factor legitimario decisivo para la ideología dominante. Considerarlo así es aceptar el inmovilismo social, contrario a la dialéctica histórica y a la lucha de clases. La construcción nacional responde a situaciones objetivas y concretas de épocas históricas determinadas. La nación aragonesa tiene que ser construida, y está siendo construida en la medida de lo posible, por su pueblo trabajador aragonés, día a día, a su medida, y para satisfacer sus intereses históricos.

Por lo tanto, en base a esos condicionantes objetivos y materiales que definen a Aragón como nación en la actualidad, (disfunciones productivas ciudad-campo, escaso desarrollo industrial, alto desequilibrio poblacional, colonialismo interior, emigración forzada tanto interior como exterior, eterno caciquismo rural, preocupantes niveles de paro, etc) es necesario generar esa conciencia nacional y subjetiva, que ponga en entredicho las contradicciones nacionales sobre las que se ha construido el Estado Español como forma de garantizar los intereses de las clases dominantes.

Generar la confrontación nacional entre Aragón y España significaría dar un paso más en la lucha de clases, en la conquista de nuestro destino como pueblo, en la capacidad de decisión y control de nuestros recursos y nuestras vidas por nosotras mismas. Por eso es necesaria esa táctica-estrategia independentista para conquistar nuestro futuro, porque en las naciones sin estado, la lucha de clases se transforma irremediablemente en una lucha de liberación nacional. Y así es en Aragón.

Ante los actos que se han visto estos días alrededor del 20 de aviento, han sido los de la Cucha Independentista los únicos alejados de ese cariz historicista e interclasista. Los únicos que apuestan por conocer la realidad actual de la sociedad aragonesa, de su clase trabajadora, y plantear una táctica y estrategia adecuada para enfrentar el futuro con visiones de victoria. Todo lo demás es historicismo, idealismo, interclasismo deliberado para mantener el actual sistema socio-económico.

Nuestra nación se ha construido, y se sigue construyendo, en contraposición a agentes históricos externos que la han sometido, ninguneado, aculturizado y moldeado según sus intereses. Por ello, y conociendo estas experiencias históricas, el pueblo trabajador aragonés no puede caer hoy, de nuevo, en el error de seguir reclamando eternamente dentro del marco capitalista español derechos históricos que le han sido negados.

En la actualidad nuestra misión histórica es, teniendo muy claro lo estratégico (comunismo internacionalista), y lo táctico-estratégico (independencia y socialismo), trabajar por el empoderamiento de su clase obrera, desde lo más inmediato y cotidiano (luchas laborales concretas, desahucios, defensa de la sanidad y la educación públicas, etc), hasta lo táctico en una fase superior, esto es, por un marco aragonés de relaciones laborales, por la desaparición de las provincias y sus diputaciones gestoras, por la democratización de la política y de la economía, (municipalismo, asambleas barriales y de pueblos como únicas herramientas de poder y control democrático de nuestros recursos económicos y de decisión política democrática, nacionalización de la propiedad que genera riqueza), por el reconocimiento de nuestra cultura popular, especialmente las lenguas minoritarias…y así ser capaces de crear las condiciones nacionales (que son sociales) necesarias para confrontarnos con el modelo capitalista español y caminar hacia un modelo económico y social propio, construido por las y los aragoneses, al servicio de la clase trabajadora aragonesa (jóvenes precarios, parados, pequeños agricultores y autónomos proletarizados, obreros industriales y de servicios, estudiantes…).

Ese modelo al que aspiramos solo puede ser el socialismo en lo económico y la independencia en lo político. Y la defensa de este modelo solo se puede garantizar mediante el comunismo internacional al que aspiramos contribuir mediante la construcción de nuestro propio modelo socialista.

3. Por lo tanto, como ya he mencionado, Aragón es un país inmensamente grande, con un desequilibrio poblacional alarmante. Se compone de multitud de pueblos pequeños y territorios muy despoblados y aislados, y con una capital que acoge a casi la mitad de su población, con un tejido industrial escaso y concentrado, por lo tanto, el modelo social que el pueblo plantee debe ser propio, valorando las características de este país, que satisfaga los intereses de la clase obrera aragonesa, pero sobre todo, debe ser un modelo, debatido, y puesto en marcha por el pueblo, desde las estructuras antes nombradas (municipalismo, etc).

Es necesario construir un Aragón para las y los aragoneses, para su pueblo, para su clase trabajadora. Se hace necesario y urgente (para la propia supervivencia de la clase obrera aragonesa y de Aragón como país) terminar con esta Comunidad Autónoma Aragonesa, creada para satisfacer los intereses de burócratas, especuladores, empresarios y caciques rurales.

Para todo ello es necesario un partido político revolucionario, independentista y socialista, que responda a los intereses de la clase obrera aragonesa, cuya táctica cotidiana sea la intervención en el movimiento obrero y en los movimientos sociales, cuya táctica-estrategia sea el socialismo y la independencia, y cuya estrategia sea el comunismo internacionalista.

Este partido debe responder a los intereses objetivos e inmediatos de la clase obrera aragonesa y tiene que ser capaz de organizarla y dirigirla hacia la victoria. Su forma organizativa tiene que responder a los intereses del pueblo trabajador aragonés (nuevas formas organizativas renovadas en base al centralismo democrático).

Este partido, que hemos comenzado a construir respondiendo a la madurez política y a unas necesidades objetivas y concretas, en la actualidad es Puyalón de Cuchas, lo que no quiere decir que sea EL partido, que no admita cambios, discusiones, debates y variaciones que respondan a las realidades concretas históricas. Pues ello nos llevaría a anquilosarnos, repetir errores pasados, y convertir este instrumento, medio, para la liberación social y nacional en un fin.

No hay que tener miedo a la confrontación ideológica, al debate social y amplio, a la construcción continua, a esa revolución permanente y necesaria (critica-autocrítica), que nos lleve a clarificar posturas y estrategias al conjunto de la izquierda independentista aragonesa.

4. Por lo tanto, en el actual marco del estado español, en el que nacionalismo implica ser chovinista y amparar los ideales pequeñoburgueses, se hace necesario construir una alternativa a confrontar.

Esa alternativa, frente al nacionalismo de izquierdas, es el independentismo revolucionario y de clase, como forma táctico-estratégica para canalizar la lucha de clases en las naciones sin estado. Por ello la clase trabajadora aragonesa tenemos que apostar por esta estrategia revolucionaria para plantear alternativas de empoderamiento popular para contribuir al aniquilamiento de las estructuras estatales que garantizar el poder de las oligarquías.

Por ello, como hemos dicho, hoy y en lo inmediato, en lo táctico es necesario trabajar en pos de las sinergias y la unidad con otras fuerzas revolucionarias, nacionales e internacionales. La acumulación de fuerzas es fundamental para avanzar hacia, en lo táctico-estratégico, la construcción de una realidad socialista, donde en lo político, sea la democracia participativa y popular la que rija la sociedad para, en lo económico gestionar nuestros recursos y nuestra producción en beneficio de la mayoría social y no de los intereses privados locales y extranjeros.

En lo estratégico, no podemos olvidar, por lejano, la contribución al comunismo internacionalista que garantice la pervivencia del estado socialista al que aspiramos

Es necesario hablar sin miedo, (sobre todo en épocas de crisis y agudización de la lucha de clases) y plantear alternativas claras para el empoderamiento y la resolución de la misión histórica de la clase trabajadora aragonesa. En lo táctico (luchas cotidianas) en lo táctico-estratégico (independencia y socialismo) y en lo estratégico (comunismo internacionalista).

A 20 d´aviento de 2012.

Diego M. Roig. Militant d’a Cucha Independentista (Puyalón y Purna) | Para AraInfo

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D’o nacionalismo a o independentismo. Organización, tactica y estratechia

As ideyas no viven sin organización” Antonio Gramsci.

1. Tot pensamiento politico que se precie como, no ya revolucionario, sino de cuchas, debe estar dinamico, adaptar-se t’a reyalidat cambiant y planteyar a suya intervención en ella en base a criterios tacticos que planteyen un correcto treballo teorico-practico (discusión ideolochica y intervencions concretas en a reyalidat cutiana) capable de chenerar esmo de clase, ta largo plazo, y de traza estratechica, estar capable de resolver os intreses historicos d’os pueblos treballadors oprimius y explotaus.

Ye lo que, en l’actualidat, con un acotolamiento impresionant d’a clase obrera tant en lo subchetivo (acotole de l’esmo), como en l’obchetivo (terciarización, desindustrialización, precarización y temporalidat), toca. Nos pertoca, pues, escomencipiar como qui diz, cuasi de zero.

D’o revés (l’ausencia de pensamiento dinamico critico-autocritico) nos abocina t’a fosilización ideolochica, a o dogmatismo, a l’ausencia de autocritica, t’a perpetuación de trazas entivocadas pero facils de fer politica. A lo que ye contrario a o marxismo y a o socialismo revolucionario. Ello nos leva a la no previsión d’os movimientos d’os enemigos de clase, u talment, t’a colaboración deliberada y chustificada en base a tacticas entivocadas que nos fan estar arrocegaus por ellos, no ya por o suyo pensamiento, sino tamién por a suya practica politica.

Iste acomodamiento y manca de cuestionamiento de contino d’as reyalidatz cambiants nos fa meter-nos t’a coda de sectors chicotz burgueses, y lechitimar-los ta que sigan ells os que nos arroceguen ent’a protección d’os suyos intreses, que no en son os nuestros. Existen multitut d’eixemplos en os que sectors revolucionarios nos hemos metiu t’a coda d’a chicota burguesía ta, chuntos, esfender-nos d’o gran capital, estando finalment absorbius, dividius y dinamitaus.

No i ha que trafucar l’acumulación de fuerzas populars y anticapitalistas en base a un programa de minimos que siga capable de planteyar una alternativa revolucionaria socialista, con deixar por un costau os nuestros obchetivos estratechicos en pos de unidatz ficticias (cuasi siempre electorals) que resultan siempre beneficiosas t’os intreses d’os ligallos hechemonicos d’ixas unidatz, que gosan estar, por a suya ambiguedat y laxitut de discurso, os sectors reformistas y socialdemocratas.

Asinas, ye menester meter o nuestro pensamiento y practica politica en consonancia con os cambeos socials ta d’ista traza, desembolicar unas buenas luitas tacticas que nos faigan enantar ent’a misión historica que como pueblo y clase treballadera, tenemos as y os aragoneses. As luitas y estratechias que tien hue a cucha nacional aragonesa, no son, ni pueden estar as mesmas, que as que teneba o rechionalismo de cuchas en os anyos 80 y especialment en os 90.

As reivindicacions autonomistas, por a identidat nacional, estieron reivindicacions de cariz democratico, que no tenioron, pero debieran haber teniu, muito de transicionals, de trango previo enta politicas autodeterministicas esclateras, con un sucheto colectivo, o pueblo treballador aragonés, como principal protagonista. No estión asinas. Se quedoron en tibias reclamacions tecnicas,(no politicas, crosidadas más que conquistadas) de mayor autogobierno.

Ixe camin, liderau en os 90 por as politicas reformistas de CHA (do s’integraban sectors más de cuchas y rupturistas), remató lechitimando a mesma esencia d’un Estau espanyol antidemocratico (por borbonico y capitalista), con as suyas politicas reformistas y integracionistas, (por pseudo-federalistas), que yeran aleixadas de cualsiquier intrés d’o pueblo treballador aragonés, que nomas feban chicorrons, superficials y vagas cucadetas con cuestions coyunturals y sectorials como l’ecolochismo, a identidat y a cultura u l’antimilitarismo.

L’aragonesismo politico más t’a cucha lechitimó a Espanya. Pero as reyalidatz cambean, y encara que ixe partiu contine perpetuando unas politicas parellanas aleixadas de cualsiquier intrés de clase d’o pueblo aragonés, y contine, con o suyo federalismo, lechitimando a l’Estau espanyol, hue ya no nos trobamos en l’Aragón d’a postransición.

S’han desembolicau nuevas condicions obchetivas (crisi capitalista internacional y historica, desembolique de nuevas trazas d’organización y protesta social, nuevos marcos de luita de concarar-se nacionalment a l’Estau…), y tamién subchetivas (nuevo empenton a os esmos nacionals en l’Estau, chicota puyada de l’esmo de clase…)que han permitiu o naiximiento d’una izquierda rupturista, independentista y de clase, que vien en gran parti d’iste aragonesismo de cuchas, pero s’ha enriquiu con elementos ideolochicos d’atras tendencias y corrients politicas.

As reivindicacions de mayor autogobierno en un marco capitalista y monarquico son una irreyalidat. L’Estau d’as autonomías ha quedau viello, y a Historia ha contrimostrau que, no nomas no ha satisfeito os intreses d’as clases treballaderas (no se podeba asperar atra cosa, pues estio feito por a oligarquía espanyolista), sino que ha suposau a construcción d’o tarabidau propicio t’o fomento d’a especulación y o chuego caciquil politiquero.

En o suyo diya, cierto ye, estio progresista y, si de qualcosa ha serviu ha estau ta creyar as condicions propicias ta que en o suyo seno haigan creixiu, o recreixiu, as opcions revolucionarias independentistas y de clase.

En a dinamica d’a Historia, ye menester, y chusto, entender istos enantos politicos, democraticos y socials como experiencias de luita y reivindicación d’os dreitos nacionals d’o pueblo aragonés. Pero, con tot y con ixo, astí quedoron. Estioron experiencias y prochectos que rispondieron aun tiempo concreto, que se creyaron como rispuestas necesarias ta resolver unas contradiccions concretas, pero que una vegada superadas, o suyo estatismo antidialectico y antidinamico, no fa sino servir de muro de contención, reaccionario y conservador, t’o menester empoderamiento d’o pueblo treballador aragonés.

Una vegada resuelto lo tema de l’autonomía y l’autogubierno tecnico, as luitas tien que ir dilla d’aqueras reivindicacions democraticas. Lo que alavez se planteyaba como democracia y autonomía (u autogubierno) como dos caras d’a mesma moneda, hue ye menester dar un trango más en a Historia y en o avance que a luita de clases exiche. Ye menester pasar de “democracia y autogubierno” a “socialismo y independencia”. Ye o trango indispensable t’a liberación d’o pueblo treballador aragonés.

2. Alavez, os prochectos partidistas y organizativos, tien que estar meyos t'aconseguir fins, y no plegar a estar fins en sí mesmos. Han d'estar rispuestas a realidatz y epocas determinadas, a nacions concretas, y no expresions abstractas. A construcción nacional, tamién debe riponder a ixas realidatz obchetivas, concretas y presents. Y en ixe marco se debe situar l'esfuerzo d'a cucha nacional aragonesa. A construcción d'una nación a o servicio d'a suya clase treballadera en base t'a realidat actual.

As nacions no son entes anquilosados en a historia, lechitimados en ella, por muito que siga o factor lechitimario decisivo t'a ideolochía dominante. Considerar-lo asinas ye aceptar el inmovilismo social, contrario t'a dialectica historica y luita de clases.

A construcción nacional risponde a situacions obchetivas y concretas d'epocas historicas determinadas. A nación aragonesa tien que estar construyida, y ye estando construyida en a mida d'o posible, por o suyo pueblo treballador aragonés, diya par d'atro, t'a suya mida, y ta satisfer os suyos intreses historicos.

Allora, en base a ixos condicionants obchetivos y materials que definen Aragón como nación en l'actualidat, (disfuncions productivas ciudat-campo, poquet desembolique industrial, alto desequilibrio poblacional, colonialismo interior, emigración forzada tant interior como exterior, eterno caciquismo rural, preocupants nivels d'ature, asinas asinas...) ye menester chenerar ixa conciencia nacional y subchetiva, que meta en entredito as contradiccions nacionals sobre as que s'ha construyiu l'Estau espanyol como traza de guaranciar os intreses d'as clases dominants.

Chenerar a concaradura nacional entre Aragón y España significaría dar un trango entabant en a luita de clases, en a conquista d'o nuestro destino como pueblo, en a capacidat de decisión y control d'os nuestros recursos y as nuestras vidas por nusatras mesmas. Por ixo amenistamos ixa tactica-estratechia independentista ta conquistar o nuestro futuro, porque en as nacions sin Estau, a luita de clases se transforma irremediablement en una luita de liberación nacional. Y asinas ye en Aragón.

Debant d'os actos que s'han visto istos diyas arredol d'o 20 d'aviento, han estau os d'a Cucha Independentista os unicos aleixaus d'ixe cariz historicista y interclasista. Os unicos que fan un poder por conoixer a realidat actual d'a sociedat aragonesa, d'a suya clase treballadera, y planteyar una tactica y estratechia adecuada ta concarar l'esdevenidero con visions de victoria. A resta ye historicismo, ideyalismo, interclasismo deliberau ta mantener l'actual sistema socio-economico.

A nuestra nación s'ha construyiu, y contina en construcción, en contraposición a achentes historicos externos que l'han sozmetiu, ninguneau, aculturizau y moldeau seguntes os suyos intreses. Por ello, y conoixiendo istas experiencias historicas, o pueblo treballador aragonés no puet cayer hue, de nuevo, en a error de continar reclamando eternament dentro d'o marco capitalista espanyol dreitos historicos que han estau negaus.

En l'actualidat a nuestra misión historica ye, tenendo muit esclatero lo estratechico (comunismo internacionalista), y lo tactico-estratechico (independencia y socialismo), treballar por l'empoderamiento d'a suya clase obrera, dende lo más immediato y cutiano (luitas laborals concretas, desahucios, esfensa d'a sanidat y a educación publica, asinas asinas...), dica lo tactico en una fase superior, isto ye, por un marco aragonés de relacions laborals, por a desaparixión d'as provincias y as suyas diputacions chestoras, por a democratización d'a politica y d'a economía, (municipalismo, asambleyas de vico y de lugars como unicas ferramientas de poder y control democratico d'os nuestros recursos economicos y de decisión politica democratica, nacionalización d'a propiedat que chenera riqueza), por o reconoiximiento d'a nuestra cultura popular, mas que mas d'as luengas minoritarias…y asinas estar capables de creyar as condicions nacionals (que son socials) necesarias ta concarar-nos con o modelo capitalista espanyol y caminar enta un modelo economico y social propio, construyiu por as y os aragoneses, a o servicio d'a clase treballadera aragonesa (chovens precarios, paraus, chicotz agricultors y autonomos proletarizaus, obreros industrials y de servicios, estudiants…).

Ixe modelo que queremos nomas puet estar o socialismo en lo economico y a independencia en lo politico. Y a esfensa d'iste modelo nomas se puet guaranciar mediante o comunismo internacional a o que aspiramos contribuyir mediante a construcción d'o nuestro propio modelo socialista.

3. D'una man, como ya he mencionau, Aragón ye un país inmensament gran, con un desequilibrio poblacional alarmant. Se compone de multitut de pueblos chicorrons y territorios muit despoblaus y aislaus, y con una capital que reculle a cuasi a mitat d'a suya población, con un teixido industrial baixo y concentrau, d'atra man, o modelo social que o pueblo planteye debe estar propio, valorando as caracteristicas d'iste país, que satisfaga os intreses d'a clase obrera aragonesa, pero mas que mas, debe estar un modelo, debatiu, y metiu en marcha por o pueblo, dende as estructuras antis nombradas (municipalismo, asinas asinas...).

Ye menester construyir un Aragón t'as y os aragoneses, t'o suyo pueblo, t'a suya clase treballadera. Se fa menester y urchente (t'a propia supervivencia d'a clase obrera aragonesa y d'Aragón como país) rematar con ista Comunidat Autonoma Aragonesa, creyada ta satisfer os intreses de burocratas, especuladors, empresarios y caciques rurals.

Por ixo ye menester un partiu politico revolucionario, independentista y socialista, que risponda a os intreses d'a clase obrera aragonesa, que a suya tactica cutiana siga la intervención en o movimiento obrero y en os movimientos socials, que a suya tactica-estratechia siga o socialismo y a independencia, y que a suya estratechia siga o comunismo internacionalista. Iste partiu debe risponder a os intreses obchetivos y immediatos d'a clase obrera aragonesa y tien que estar capable de organizar-la y dirichir-la enta la victoria.

A suya traza organizativa tien que risponder a os intreses d'o pueblo treballador aragonés (nuevas trazas organizativas esvielladas en base a o centralismo democratico). Iste partiu, que hemos prencipau a construyir rispondiendo a la madurez politica y a unas necesidatz obchetivas y concretas, en l'actualidat ye Puyalón de Cuchas, lo que no quier decir que siga O Partiu, que no admita cambios, discusions, rufiertas y variacions que rispondan t'as realidatz concretas historicas. Pues ello nos levaría a anquilosar-nos, tornar a os mesmos errors pasaus, y convertir ista ferramienta, meyo, t'a liberación social y nacional en un fin.

No i ha que tener medrana a enfrontinar-se ideolochicament, a o debat social y amplo, t'a construcción contina, a ixa revolución permanent y necesaria (critica-autocritica), que nos leve a clarificar posturas y estratechias a o conchunto d'a cucha independentista aragonesa.

4. Allora, en l'actual marco de l'Estau espanyol, aon o nacionalismo embreca estar chovinista y emparar os ideyals chicotz burgueses, se fa menester construyir una alternativa a concarar. Ixa alternativa, frent a o nacionalismo de cuchas, ye l'independentismo revolucionario y de clase, como traza tactica-estratechica ta escanar a luita de clases en as nacions sin Estau.

Por ello a clase treballadera aragonesa hemos de refirmar ista estratechia revolucionaria ta planteyar alternativas de empoderamiento popular ta contribuyir a l'aniquilamiento d'as estructuras estatals que guarancian o poder d'as oligarquías.

Como hemos dito, hue y en o immediato, en lo tactico ye menester treballar en pos d'as sinerchias y a unidat con atras fuerzas revolucionarias, nacionals y internacionals. L'acumulación de fuerzas ye alazetal ta enantar enta, en lo tactico-estratechico, a construcción d'una realidat socialista, do en lo politico, siga la democracia participativa y popular a que gubierne a sociedat ta, en lo economico chestionar os nuestros recursos y a nuestra producción en beneficio d'a mayoría social y no d'os intreses privaus locals y extrancheros.

En lo estratechico, no podemos ixublidar, por leixano, a contribución a o comunismo internacionalista que guarancie a pervivencia de l'Estau socialista que aspiramos.

Ye menester parlar sin medrana, (mas que mas en epocas de crisi y agudización d'a luita de clases) y planteyar alternativas plateras t'o empoderamiento y a resolución d'a misión historica d'a clase treballadera aragonesa. En lo tactico (luitas cutianas) en lo tactico-estratechico (independencia y socialismo) y en lo estratechico (comunismo internacionalista).

A 20 d´aviento de 2012.

Diego M. Roig. Militant d’a Cucha Independentista (Puyalón y Purna) | Para AraInfo

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