Las declaraciones de Jordi Cuixart y Carme Forcadell han puesto el cierre de los interrogatorios a los 12 dirigentes políticos y sociales. “No soy un político preso, soy un preso político”, ha dicho el president de Òmnium que ha defendido la legitimidad de la desobediencia civil y ha subrayado: “Mi prioridad ahora es la resolución del conflicto y denunciar el ataque de derechos y libertades en Catalunya y el Estado español". Por su parte, la expresidenta del Parlament ha manifestado: "No se puede permitir que la censura entre en el Parlament, se tiene que hablar de todo”, para añadir: "La resolución que permitió la convocatoria del referéndum no fue impugnada y es completamente constitucional" y afirmar: "Renunciaría a mis convicciones si hubiera un ápice de violencia". Este miércoles comienza la fase testifical.
