Una llamada a las 9.30 horas de la mañana de ayer sábado 29 de diciembre de 2012 se quedará grabada para siempre en mi cabeza, era Rodrigo Lanza, diciéndome con su habitual humor "ya estoy fuera". Por fín se ha puesto punto y final a siete años de angustias, siete años de entrar y salir de prisión, siete años de pesadilla. En el camino se han quedado muchos recuerdos imborrables, momentos durísimos, de tristeza, imposible olvidar la muerte de Patricia. Pero también momentos de alegría, momentos que nos han hecho crecer como personas a pesar de todo, la valentía de …
