La exhumación de Franco, que se ha convertido en un acto de exaltación fascista retransmitido en directo, ha contado con la presencia de la ministra de Justicia del Gobierno español y la salida a hombros de la Basílica del féretro bajo los gritos de “Viva España” y “Viva Franco”. Sacar a la momia de Cuelgamuros es un paso que llega tarde e insuficiente. Queda por erradicar el franquismo de las instituciones y recuperar del olvido a las 100.000 personas asesinadas por el fascismo que todavía siguen esperando en las cunetas.
