El Partido Popular quiere volver a los tiempos en que las capas más frágiles de la sociedad solo encontraban alivio en la caridad. Con esa filosofía, la tijera ha llegado a los discapacitados psíquicos, que esta tarde han iniciado un encierro como punto de partida a futuras protestas contra los recortes que está aplicando el Gobierno de Aragón en las ayudas al sector. La iniciativa ha partido de la Fundación Benito Ardid, desde donde se denuncia que el Ejecutivo aragonés ha recortado un 60% las subvenciones para el mantenimiento de los centros especiales de trabajo para este colectivo.
