Por si la dejadez y el olvido que vecinos y vecinas de los barrios hemos sufrido durante el primer año de pandemia no ha sido manifiesta, asistimos con estupor a la aprobación de los nuevos presupuestos municipales, que lejos de paliar las necesidades de los barrios y sus gentes, solo contemplan actuaciones en los barrios ricos y el centro de la ciudad
