Aramón y Canal Roya

Los números, la economía, los sueldos, los dólares o euros, siempre clarifican mucho cuando se habla de barbaridades como la que se pretende perpetrar en Canal Roya

El pasado domingo, Heraldo sacaba buena parte de su artillería mediática para apoyar una telecabina que destrozaría un paisaje virgen del Pirineo, algo que estamos obligados a que siga así para nuestros descendientes: Canal Roya. Como buen defensor y amigo de los intereses de algunos grupos económicos como Aramón o Ibercaja, parcializaba la información como mal informativo y se ponía, decididamente, a favor del destrozo irreversible.

Todos conocemos bien qué es Ibercaja en el panorama de la comunidad. Seguramente, mucho personal conocerá bien qué es Aramón, personaje jurídico clave de todo este asunto. Por si acaso no fuera unánime, pongamos unos cuantos negros sobre blanco al socaire de este asunto en donde tanto nos jugamos las generaciones actuales y, sobre todo, las futuras, de este territorio nuestro tan pródigo en actividades cainitas.

El grupo Aramón, empresa que está en el meollo del asunto y holding del negocio de la nieve, lo componen las empresas siguientes (datos sacados del portal de “transparencia” de Aramón):

  • Aramón Montañas de Aragón SA: Con capital social de 86 millones de euros
  • Viajes Aragón Esquí SLU: Con capital social de 3.500 euros
  • Formigal SAU: Con capital social de 23 millones de euros
  • ARASER Servicios Monañas Aragón SLU: Con capital social de 49.978 euros
  • Fomento y Desarrollo del Valle de Benasque SA: Capital social de 4,78 millones de euros
  • Castanesa Nieve SL: Con capital social de 6.006.000 euros
  • Nieve de Teruel SA: Con capital social de 19.799.648 euros

El grupo es una empresa público-privada al 50 %. Dos socios, uno la DGA, otro, Ibercaja. Gestiona empresarialmente las estaciones de Cerler, Panticosa y Formigal, del valle del Aragón y Javalambre y Valdelinares en Teruel.

En el consejo de administración abundan políticos, empresarios y directivos del banco. Lo preside Marta Gastón, consejera de Economía de la DGA por el PSOE, está Arturo Aliaga, vicepresidente de la DGA, del PAR o de lo que queda, Jesús María Sierra Remírez, vicepresidente de Aramón y ejecutivo en una docena de empresas, Julio César Tejedor, secretario general de la presidencia de gobierno hasta 2021, hasta hace muy poco, era consejero José Luis Soro, de la CHA…

Pasemos a los números. Aramón no es ninguna hermanita de la caridad. Como una empresa cualquiera, quiere beneficios. Y cuanto más altos, mejor. La facturación del grupo en 2022 fue de 61,6 millones de euros y sus ganancias fueron de 10,9 millones en el mismo año. Lo que no está nada mal si lo relacionamos con sus niveles de facturación.

La facturación, por sectores, fue la que sigue:

  • Esquí: 35 millones
  • Restauración: 10 millones
  • Alquiler material: 4 millones
  • Patrocinios: 1,5 millones
  • Agencia de viajes: 5 millones
  • Otros ingresos: 6 millones

Otro número importante a estudiar que nos aclarará mucho es lo que corresponde a salarios. El gasto de personal, en ese año, fue de 17,6 millones de euros.

No es aventurado pensar que el gasto medio por empleado normal, los curritos de turno (pistas, mantenimiento, administrativos, servicios, etc.), será menor a 3.000 euros al mes y en ese importe se incluye la nómina, seguridad social, finiquitos y vacaciones. Multiplicando ese importe por el número de empleados medios y por el número de meses de temporada nos daría el importe en gastos de personal al año. Insisto, el trabajador esencial. Si lo hacemos por los 444 trabajadores (datos sobre transparencia de Aramón) y cinco meses, el resultado de la temporada al año (15 noviembre-15 abril), nos dará un montante de 6,6 millones de euros.

Hasta la cifra de 17,6 millones de euros en gastos de personal que las mismas fuentes, Aramón, nos da, faltarían 11 millones que son los que, en buena lógica, debemos aplicar a la cincuentena de puestos fijos entre administrativos, directivos de área y consejeros. Desde luego, la primera observación, a falta de confirmación por los datos sobre transparencia de Aramón que, es este asunto, son tan opacos como unas gafas negras, es que la empresa paga muy bien, pero que muy bien, a este tipo de empleados. Como no sabemos lo que cobran consejeros del tipo señora Marta Gastón (casualmente del PSOE y en la DGA) o tipo Arturo Aliaga (casualmente vicepresidente de la DGA) o de los señores Sierra Ramírez o Julio Tejedor o…, zanjamos por la calle del medio haciendo tabla rasa, dividiendo este importe por la totalidad de personal de este tipo.

Y esta sencilla división nos da la friolera, que nos gustaría confirmaran o desmintieran esos portales maravillosos tan opacos en transparencia, 220.000 euros por cada señor o señora al año. Teniendo en cuenta que la porción de personal administrativo difícilmente estará por la cuarta parte de esta cantidad, el resto, consejeros, directivos… ¡madre mía del amor hermoso, la escandalera de sueldos!

Todo ello induce a pensar que este aparcadero es otro cementerio de elefantes, tanto públicos como privados, con un “pasar” muy cómodo a costa del erario de todos.

Los números, la economía, los sueldos, los dólares o euros, siempre clarifican mucho cuando se habla de barbaridades como la que se pretende perpetrar en Canal Roya.

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