Algunas notas para entender la situación en Ucrania

Dejo claro que mi posición en este conflicto es la misma que en todos: “No a la guerra”. La voluntad de matar, la de ir a cualquier guerra, solo la poseen determinados gobernantes mundiales y los dueños de las industrias en donde se construyen los ingenios para matar, para destruir… Dejado sentado este axioma que sirve para cualquier guerra en general, pasemos a analizar ciertos hechos.

En el primer gráfico, las elecciones de 2010, se constata la profunda división (dos zonas de parecida población y superficie) entre la Ucrania que prefiere ser un estado federal ruso (opción alentada por el expresidente ucraniano Yanukovich) y la que votó, por mayoría, al presidente Tymoshenko con una clara opción europea y estar en la órbita de la OTAN

Principios básicos

Dejo claro que mi posición en este conflicto es el mismo que en el de todos: “No a la guerra”. La voluntad de matar, la de ir a cualquier guerra, solo la poseen determinados gobernantes mundiales y los dueños de las industrias en donde se construyen los ingenios para matar, para destruir. Cada cierto tiempo es necesario, para tales engendros del mal, reponer aviones, tanques, bombas con los que seguir siendo ricos mientras limosnean unas pocas migajas hacia los gobernantes de turno sujetos a ellos como marionetas al actor que las mueve. La mayoría de las personas de buena voluntad en el mundo, sean de donde sean, coincidimos en ese principio básico del “No a la guerra” repetido mil veces y hecho añicos por quienes se creen dueños del mundo otras tantas. Dejado sentado este axioma que sirve para cualquier guerra en general, pasemos a analizar ciertos hechos.

Antecedentes

A- Casi todo el mundo mayor de treinta años tendrá presente la situación geoestratégica mundial reflejada con el concepto de “guerra fría”. Dos bloques en el mundo amenazando y siendo amenazados por su destrucción total. Parecía que, desde 1991, esa amenaza se había ido desdibujando, cuando algunos de los actores mundiales la quieren poner, de nuevo, sobre el tapete.

B- Estados Unidos, como gendarme mundial a lo largo de sesenta años, ha ido reculando en ese papel muy a su pesar. En ese tiempo ha sido el ejecutor de un sinfín de conflictos con millones de muertos para defender su papel hegemónico, para “abrir mercados”, término neoliberal por excelencia, en su principal industria nacional como es la de armamentos. Recordemos algunos de los principales: Corea, Vietnam, desmembramiento de la antigua Yugoeslavia, Irak, Afganistán, Siria, Yemen… Solo se refieren los principales. En todos ellos la posición de la Europa que conocemos como Occidental ha sido la misma: seguidismo sin condiciones al caudillo de las barras y estrellas bajo el paraguas de la OTAN. Se han arrasado países enteros como Irak bajo el conjuro de una mentira, desmembrando una nación, Yugoeslavia, para convertirla en siete de escasa importancia en los Balcanes, en el centro de Europa, al compás de intereses geoestratégicos, se deforestaron millones de hectáreas en Vietnam y asesinaron a millones de personas por simples “juegos de guerras” de ciertos generales que nunca van a ellas y que, siempre, envían a los “soldaditos” para servir de ataúdes con bandera incluida, eso sí, y con la sonrisa de aquellos monstruos que se hacen multimillonarios fabricando y vendiendo bombas. Guerras actuales, como las de Yemen o Siria, en las que terceros países son marionetas de los EEUU.

C- Vale la pena recordar la crisis de los misiles de Cuba. En 1962 Estados Unidos estuvo a punto de encender la mecha de la guerra nuclear. No podía consentir que, en lo que consideraba patio trasero, América Latina, y en un país soberano, se pudieran colocar misiles a ciento cincuenta kilómetros de sus costas. Sin embargo, no hacían ascos a la colocación de los mismos en Alaska a mucho menos kilómetros de las costas rusas o en España o en Italia o en algún país nórdico europeo. En dicha crisis, Rusia reculó y el mundo respiró aliviado. Algo parecido es el intento de hacer país de la OTAN a Ucrania.

Ucrania: orígenes del conflicto

En el desmembramiento de las antiguas repúblicas soviéticas, la principal de ellas, tanto por población como por situación estratégica, Ucrania -más de 600.000 km2 y unos cincuenta millones de habitantes-, no se quiso tener en cuenta la peculiar situación de muchos de los habitantes ucranianos. En 1990-1991, fecha de las disoluciones de las quince repúblicas soviéticas para convertirse en estados independientes, la posición de la federación rusa, en manos, mejor dicho, en la botella de vodka del borrachín de Yeltsin, era muy débil para defender ciertas fronteras ante la OTAN y Estados Unidos.

A regañadientes de la inmensa mayoría de la población rusa y, lo más importante, con la amarga sensación de un nuevo Muro de Berlín pero, en esta ocasión, puesto en el istmo de Crimea y en la zona de Donbass, una mayoría de población en Donbass admitió en referéndum (1991) pertenecer a ese nuevo orden mundial y ser ucraniano en lugar de ruso.

Eso duró, en la región del río Donetsk (Donbass), hasta que, a raíz del grave deterioro económico de la región, provocado por la mala gestión de Kiev, la región entera entró en una huelga general en el 94 seguida de nuevo referéndum consultivo. En este, el 90% de los consultados votaron a favor de que el idioma ruso se consagrara como idioma oficial, a favor de la federalización de la región y a favor de mantener contactos más estrechos con Rusia. A pesar del abrumador porcentaje, ninguna de las cuestiones aprobadas fue realizada por el gobierno de Ucrania. Ese fue el inicio de la revuelta militar en la zona y de guerra abierta desde 2014 a favor de la anexión con Rusia. Una buena parte de la población apoyó y apoya esta opción. En ese mismo año, la población de Crimea votó en referéndum, saliendo el sí de forma abrumadora (97%) para aprobar la anexión con Rusia. A pesar de oponerse el gobierno ucraniano, dicha unión se formalizó.

El ejército de Ucrania respondió con bombardeos a las manifestaciones ciudadanas del Donbass. Estados Unidos se posicionó, enseguida, con el gobierno de Ucrania y el levantamiento de la población contra este mismo gobierno se vio apoyada por el envío de armas por parte de Rusia. Actualmente, hay dos zonas muy diferentes en la región: la mitad occidental permanece bajo el orden ucraniano, hay que decir que gracias a la ocupación militar, y las regiones de Donetsk y de Lugansk están bajo el control de la milicia armada y constituyen la república popular de Donetsk, con una superficie de unos 20.000 Km2 y población de 2,5 millones. En el conflicto hay 150.000 hombres enfrentados: cien mil a cuenta del ejército ucraniano y cincuenta mil por parte de las milicias de dicha república popular.

Datos geográficos y lingüísticos

Crimea: 26.000 Km2 y 2 millones de habitantes. Punto geoestratégico en el Mar Negro de primer orden. Población de origen y con lengua materna rusa, el 77%. Sin embargo, el 97% utilizan el ruso como lengua cotidiana. Población mayoritariamente inclinada a pertenecer de manera autónoma en la federación rusa. Región, de hecho, anexionada a Rusia desde 2014.

Donbass: Región geográficamente situada alrededor del río Donetsk. 45.000 km2 y 6 millones de habitantes. Dos ciudades principales: Donetsk y Lugansk. El 73% de la población tiene al ruso como la lengua materna y el 93% lo usa en la vida cotidiana. En el último referéndum, del que Ucrania se negó a aceptar los resultados, el 90% votaron por federarse con Rusia como comunidad autónoma.

Los porqués del conflicto

a) Guerra abierta entre Ucrania y las milicias de la zona autónoma de Donbass.

b) Intereses económicos: gas y conducciones hacia Europa pasan por estas dos zonas de Ucrania.

c) Petición de ayuda militar de una buena parte de la zona autónoma e independiente de Donbass a Rusia.

d) Intento de Ucrania de adherirse a la OTAN para quedar bajo el paraguas militar de los USA

e) Maniobras de los Estados Unidos para desestabilizar la zona apoyando la entrada de Ucrania (frontera con Rusia) en la OTAN.

f) Presión de las industrias armamentísticas americanas para el inicio de una nueva guerra.

g) Seguidismo de Europa a la maniobra de Estados Unidos. Se vuelve a dejar patente la necesidad de una Europa fuerte independiente de los tres bloques (USA, Rusia y China), con una defensa militar propia y ajena a la OTAN.

h) El papel de España roza lo rocambolesco e histriónico además de volver a ocultar realidades a sus ciudadanos: es ahora cuando nos hemos enterado de la existencia de fuerzas militares españolas en Bulgaria ajenas por completo a cualquier intervención pacífica, presencia agresiva militar.

Las razones esgrimidas por Rusia y las regiones autónomas de Donbass

a) Crimea y Donbass son regiones rusas. Con la casi totalidad de población de origen ruso, con la inmensa mayoría de población que habla solo ruso, con el 90% de la población que desea integrarse en la federación rusa manifestado en sendos referéndums tanto en Crimea como en Donbass. Referéndums con resultados no aceptados por Ucrania.

b) Las dos regiones, sobre todo Donbass, son objeto de una intervención militar armada por parte de Ucrania, intervención que ha costado muchas vidas civiles. En estos momentos, en la región del Donetsk hay una concentración de soldados ucranianos, apoyados por fuerzas de la OTAN y armamento de Estados Unidos, preparada para aplastar la revuelta de las dos repúblicas de Donetsk y Lugansk. En la frontera rusa con la región, asimismo, hay concentrados de ochenta a cien mil soldados rusos.

c) Petición de ayuda de estas regiones autónomas por completo e independientes de Ucrania (las administraciones son, por completo, autónomas e independientes del estado ucraniano) a Rusia para evitar la invasión del ejército ucraniano.

d) En el fondo, está la determinación del gobierno de Ucrania para adherirse a la OTAN y, así, obligar a dichas fuerzas a intervenir de manera armada en el conflicto. Este posicionamiento de Ucrania en un bloque militar rompería el estatus quo aceptado desde hace años por los bloques nucleares para el equilibrio militar en el mundo.

Posibles soluciones

Desde luego, los ciudadanos españoles deben de forzar para que las soluciones se contemplen bajo el imperio de la palabra y los acuerdos y no bajo el de las amenazas de los fusiles y bombas.

La anexión de Crimea en Rusia es un hecho con más de 7 años de antigüedad, algo aceptado y refrendado por casi el cien por cien de la población. Luego este es un tema que debería dejarse al margen.

La región de Donbass, después de un tiempo de pacificación y normalidad, se debería manifestar en un referéndum para toda la población bajo la supervisión de la ONU y en el que la pregunta base fuera el deseo, o no, de la población de convertirse en una república independiente, seguir como región de Ucrania o en un estado federal de Rusia. Y los resultados aceptados por las dos partes: la población de Donbass y el gobierno de Ucrania. Además de por el resto de las partes implicadas: Rusia y Europa.

Inmediata desmilitarización de toda la zona, caso de aceptarse alguna de estas soluciones.

Otra posible manera de resolverlo por la vía de la palabra, sin tanques ni bombas y a despecho de la industria del armamento, sería partir la región en dos proporcionalmente a las mayorías. Y dejar que estas dos regiones decidieran. Lógicamente, la región de mayoría rusa decidiría la anexión rusa y la otra parte debería pronunciarse puesto que no está claro que pudiera confirmar, también, su anexión.

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