El Cuhsticia d’Aragón recibió una queja el pasado 13 de octubre por parte del colectivo Long COVID Aragón, en la que solicitaban el amparo de la Institución para que el Departamento de Sanidad estableciera unidades de atención especializada para las más de 16.500 personas que estiman pueden estar aquejados en estos momentos de las diferentes patologías derivadas del COVID persistente.
En diciembre de 2020, la Organización Mundial de la Salud reconoció el COVID persistente como enfermedad y, sobre ella la ‘Guía Clínica para la Atención al paciente Long COVID’ refleja hasta 201 síntomas, siendo los más frecuentes la astenia (95,91%), malestar general (95,5%), falta de concentración (78%) o fallos de memoria (72,6 %).
En el periodo de solicitud de información a la administración, el Departamento de Sanidad elaboró un protocolo denominado ‘Proceso de atención a los pacientes con COVID persistente’, presentado a primeros de este mes tanto al colectivo Long COVID Aragón como a la sociedad.
Tramitado el expediente, y a través de la sugerencia que se ha sido trasladada al Gobierno de Aragón, la resolución expresa que la Institución entiende que este protocolo es un adecuado primer instrumento, igualmente que requiere una pronta implantación y difusión.
En la misma, el Chusticia d’Aragón indica al Departamento de Sanidad que se inicie lo antes posible la formación de las y los profesionales sanitarios implicados en la aplicación de este proceso y se planifique la formación continua para actualizar los conocimientos de estas personas en función de las evidencias científicas que resulten de las líneas de investigación que se están realizando en este campo.
La sugerencia recomienda que una vez clasificado el riesgo de los usuarios y usuarias, se agilicen las derivaciones con atención hospitalaria y se realicen en el menor tiempo posible las pruebas complementarias y las consultas con los especialistas de atención especializada.
Así como que se implementen instrumentos de coordinación interdisciplinar entre las especialidades médicas, tanto clínicas como de investigación, que permitan afrontar con prontitud las situaciones en las que se presentan las patologías de COVID persistente.
Conocedores de la comunicación constante entre el colectivo COVID y el Departamento, el documento invita a mantener e incidir en la misma con el objetivo de incluir en las actualizaciones del protocolo, además de las evidencias científicas que vayan surgiendo, la percepción del paciente para proporcionar una respuesta sanitaria más adecuada a las necesidades sanitarias de este colectivo.
