La presencia media de directoras en el Donostia Zinemaldia es del 29%

Las asociaciones de mujeres del audiovisual se han reunido con el Festival y han reclamado medidas concretas para lograr igualdad y diversidad real, también en el resto de festivales estatales

Representantes de las asociaciones que conforman el Grupo de Trabajo Interterritorial de Igualdad en el Audiovisual 50/50 en 2025 (GTI).

Las profesionales del audiovisual han reclamado este sábado en una mesa de trabajo con la organización del Donostia Zinemaldia que el SSIFF adopte una serie de acciones para lograr una transformación real hacia la igualdad y la diversidad.

En el encuentro, impulsado por el propio Festival y la asociación (H)emen de mujeres del sector audiovisual y las artes escénicas de Euskal Herria, han participado representantes del Grupo de Trabajo Interterritorial de Igualdad en el Audiovisual 50/50 en 2025 (GTI) –AAMMA (Andalucía), AMMA (Murcia), Dona i Cinema (Comunitat Valenciana), Dones Visuals (Catalunya), Hemen (Euskal Herria) MIA (Mujeres en la Industria de la Animación)–, conjuntamente con CIMA, la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales. Todas ellas representan un colectivo de más de 2.000 mujeres profesionales.

Este foro ha supuesto un punto de inicio para abordar un amplio paquete de medidas a concretar en las reuniones que Festival y asociaciones mantendrán trimestralmente.

Participación de directoras en el festival

La presencia media de directoras en la edición 69 del Donostia Zinemaldia es de un 29%. “Esta cifra habla por sí sola de la infrarrepresentación, así como de que las acciones planteadas en la carta de paridad firmada en 2018 por el festival no han sido suficientes”, señalan las organizaciones. Por tanto, “son necesarias medidas de acción positiva para equilibrar una balanza” que perpetúa una desigualdad estructural y, en coherencia con el objetivo del ICAA, para llegar al 50/50 en 2025 en las producciones audiovisuales. Los festivales que forman parte de la cadena de instituciones, entidades y agentes en general de la industria audiovisual son responsables de aplicar medidas decididas para llegar urgentemente a una equidad real.

Al respecto, el Festival se ha comprometido a aumentar y preservar la participación de películas dirigidas por mujeres en el Foro de Coproducción Europa-América Latina; Nest, el programa de residencias Ikusmira Berriak; y la sección New Directors, que reúne primeras y segundas obras de sus cineastas. Es un punto de partida, aunque “necesitará del diseño de acciones más ambiciosas para lograr una presencia realmente equitativa”.

Actualmente los datos evidencian que, si tenemos en cuenta todos los roles profesionales en los equipos, el aumento anual de la presencia de las mujeres en el sector audiovisual es solo del 1%. Por tanto, habría que esperar al 2044 para llegar al 50% de participación. “Un sesgo que aumenta considerablemente para las profesionales pertenecientes a colectivos minorizados”, señalan las profesionales. Así, y a este ritmo, la equidad real no se conseguiría hasta 2094, con la consiguiente pérdida de generaciones de cineastas y con un audiovisual que seguirá sin representar a toda la sociedad, perpetuando las desigualdades.

Anàlisis de representatividad y representación

En paralelo, se ha acordado ampliar el informe de identificación de género que el Festival elabora desde 2019. A partir del próximo año analizará las categorías de roles infrarrepresentados como la dirección de sonido, además de incorporar nuevos compromisos. Entre los compromisos a debatir en un futuro, están aquellos relacionados con la creación del imaginario colectivo, “en el que los festivales tienen una gran responsabilidad como seleccionadores y exhibidores”. Para que este imaginario esté libre de estereotipos y represente con diversidad a nuestra sociedad, las asociaciones reclaman a este y a todos los festivales que, además de tener comisiones paritarias entre hombres y mujeres, contemplen la máxima diversidad en su composición.

Las asociaciones del GTI han recordado que para detectar estereotipos y sesgos machistas y racistas en las narrativas no es suficiente hacerlo desde la buena voluntad, por eso reclaman contar con la experiencia de personas especializadas en perspectiva de género, interseccionalidad y cinematografía. Además, es imprescindible impulsar análisis y estudios sobre la representación del contenido de las películas, tanto en términos cuantitativos (número de protagonistas femeninas, por ejemplo) como cualitativos (en cuanto a los estereotipos sociales, ya sean de género, de clase, de origen, etc.), para tener una fotografía de cómo se representa a las mujeres en toda su diversidad en el cine.

Por último, el informe de “Identificación de género'' del Festival evaluará cada año el nivel de cumplimiento de todas las medidas de género, diversidad y equidad.

Premios a la interpretación femenina

Asimismo, las asociaciones han trasladado a esta mesa de trabajo la restitución de los premios a la interpretación femenina y masculina. En el contexto actual internacional, los datos sobre la participación de las actrices en roles protagonistas “están muy lejos de ser paritarios”. Además, la relevancia y profundidad de los personajes femeninos aún dista mucho de la de los personajes masculinos.

Si a esto le sumamos que las películas escritas y dirigidas por guionistas y directoras tienen en un número muy elevado una protagonista femenina, esta decisión puede afectar al conjunto de reconocimientos de los films liderados por creadoras. En este contexto, la eliminación del premio a mejor interpretación femenina refuerza la desigualdad estructural existente.

Premios honoríficos

Las asociaciones del GTI valoran positivamente la voluntad de revisión propuesta por el festival sobre el criterio de selección de los premios honoríficos, pero la consideran insuficiente. El marco ético de los festivales debe ser socialmente responsable y contribuir a una sociedad libre de violencia.

Los festivales no solo generan imaginario a través de las películas programadas, sino también a través de los premios y reconocimientos concedidos, dada su repercusión mediática y social. Por ello, “es necesario ampliar el marco ético para que los premios honoríficos incluyan la perspectiva de género”.

Peticiones para todos los festivales

El GTI hará llegar al conjunto de festivales del Estado español todas las peticiones trasladadas este sábado a la mesa de trabajo de San Sebastián. Para una transformación real del audiovisual deben aplicarse de manera generalizada y ser tenidas en cuenta por todas aquellas instituciones que los apoyan. En este sentido el festival ha pactado establecer un diálogo constante con las asociaciones para, en el contexto del área de Pensamiento y Debate, tratar temas como la inclusión de la diversidad, y avanzar gradual y conjuntamente. Festival y asociaciones mantendrán reuniones trimestrales.

Todas estas demandas han sido formuladas por las asociaciones feministas del cine y el audiovisual que representan a diferentes territorios del Estado Español, cuya base de asociadas es de 2.000 profesionales. Entre ellas productoras, directoras, guionistas, actrices, animadoras, técnicas, críticas y expertas en distintos campos del sector.

Se han sumado a estas peticiones las muestras y festivales de los diferentes territorios españoles a través de TRAMA, Coordinadora de Muestras y Festivales de Cine, Vídeo y Multimedia Realizados por Mujeres.

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