Sin embargo, persistimos

19 de febrero de 2019. Recorremos las calles de la zona Zamoray-Pignatelli; antiguas habitantes recuerdan la vida de los 70 y 80 con lugares como La Infantil, Casinico, Serrano, Pajarcico, Clara, Millán… ya desaparecidos. Muchas personas no verán más que nombres de tiendas y de bares. Para las paseantes, bullicio, alegría, recuerdos del conocerse vecinal, del trato cariñoso, amistades. Como en cualquier barrio. Cambiad los nombres. Brotarán recuerdos y buenos ratos vividos de capazo en capazo, entre cafés, vinos y tapas o comprando caramelos, fruta, carnes… 15 de abril de 2021. Víctor Serrano, consejero de Urbanismo, explica el Plan Especial …

19 de febrero de 2019. Recorremos las calles de la zona Zamoray-Pignatelli; antiguas habitantes recuerdan la vida de los 70 y 80 con lugares como La Infantil, Casinico, Serrano, Pajarcico, Clara, Millán… ya desaparecidos. Muchas personas no verán más que nombres de tiendas y de bares. Para las paseantes, bullicio, alegría, recuerdos del conocerse vecinal, del trato cariñoso, amistades. Como en cualquier barrio. Cambiad los nombres. Brotarán recuerdos y buenos ratos vividos de capazo en capazo, entre cafés, vinos y tapas o comprando caramelos, fruta, carnes…

15 de abril de 2021. Víctor Serrano, consejero de Urbanismo, explica el Plan Especial de Protección y Mejora de esta zona (PEPM). La pantalla reduce la cercanía. Nada de calle, solo informes magníficamente escritos, enciclopédicos, recogen la historia y el posible futuro. Emocionantes para quienes lo hemos vivido, iluminadores para quienes vienen de fuera.

La estrella es la “regeneración de la escena urbana”. Traducción: arreglo de pavimentos, mejora de iluminación y del mobiliario urbano (señales, papeleras …). Reconoce que se ha equivocado, lo que le honra. Quiere escuchar y comenzar la obra en la zona interior (Agustina de Aragón, Cerezo, Miguel de Ara, Pignatelli y Zamoray). No obstante, no abandona la mejora del “exterior”. Calles y plazas circundantes (entorno de la iglesia de Santiago el Mayor, plaza de San Lamberto) serán reurbanizadas (ya lo fueron recientemente), el maná salvador de la degradación. Y sobre vivienda da largas. Chispún.

Olvida los informes. Pulveriza los recuerdos. Tallaremos otra vez las inscripciones, reproduciremos los códices y rollos antiguos gracias a los escribas modernos. Comencemos. La reforma del Hogar Pignatelli, sede de la Diputación General de Aragón, y el consecuente Plan Especial de Reforma Interior (1992) iban a traer la redención. Abrieron equipamientos, nuevos o remozados (DGA, Hospital Provincial, Museo Pablo Serrano, Servicio de Patrimonio Cultural, plaza José María Forqué …). Las dotaciones levantaron murallas y cerraron jardines. Las puertas se abrieron hacia el Sur, nos dieron la espalda. “Extremado cerramiento perimetral” lo han llamado.

El descabello del desarrollismo de los 90 siguió a la puntilla de la heroína de los 80. Nos forzaron a la emigración … si podíamos permitírnoslo. La plaza Forqué como modelo: bloques idénticos, caros, encerrados sobre sí mismos. Alfombra de baldosas, desmesurado espacio dedicado a la circulación del coche; verde, escaso, sobre zócalo alto para que nadie lo pise.

La regeneración tardía, peatonalización y cambio del pavimento, se detuvo a las puertas del deterioro de la edificación y de la expulsión de población de renta antigua. Algunos propietarios creían tener “minas de oro” en el centro. Nos echaron.

El cerco seguía creciendo. La rematadera fue el Museo del Fuego. En edificio rehabilitado elevaron un palmo más la alta muralla. No se entrará por Pignatelli sino por la más saneada Ramón y Cajal. Calles camino de ninguna parte.

En suma, persistió el deterioro, fracasó este modelo y el consejero vuelve a las andadas: quizás reforma de calles como Madre Rafols (no hay vivienda alguna) y creación de una residencia de estudiantes para “romper el aislamiento de la zona”. ¿Otro equipamiento más, vacío durante una parte del año?

Mientras, sigilosamente se han ido acercando personas amantes del Casco Histórico. Viven aquí, por referencias, por lazos familiares, por el menor precio… Se les ve recorrer las calles con otra mirada. Inyectan savia nueva, hablan con el vecindario que resiste, trazan lazos invisibles, otra vez… Recuperan de las viejas paredes emociones escondidas. Oyen nuestros ecos y los de los que nos precedieron. Sueñan locales, pintan murales, escuchan historias, acogen golondrinas que quieren pasar el invierno. Se encuentran con los gobiernos y les (nos) recuerdan qué necesita el barrio: las calles citadas arregladas. Al mismo tiempo, viviendas dignas, públicas y privadas, con el patrimonio intacto, destinadas a actuales (muchos de rentas bajas, sin acceso a los actuales programas de ayudas a la rehabilitación) y nuevos residentes. Acuerdo ciudadano, normativa, recursos humanos y partidas presupuestarias existen. ¿A qué esperan?

Por cierto, quien piense que esta actuación afecta a un pequeño rincón se equivoca. “El trabajo complejo que se realice en esta pequeña zona del centro histórico de Zaragoza servirá de ensayo para la puesta a punto de técnicas de intervención que luego podrán desarrollarse en otras partes de la ciudad.” (PEPM, p. 202). Más claro, agua.

Autor/Autora

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de nuestra política de cookies, pincha el enlace para más información.

ACEPTAR
Aviso de cookies