... y la CHE perdió

Foto: Issa Aliaga

La Selba es un hermoso paraje en mitad del Sobrarbe. Una pardina que hace ya siete años algunas personas ilusionadas trataron de rehabilitar con el fin de que este fuera su hogar. Como tantos otros parajes de este nuestro Aragón, Casa Selba estaba abandonado. Tiempo atrás, algunos montañeses tuvieron que ir al llano. Otros buscaban una vida mejor en ciudades que no les esperaban con los brazos abiertos. Demasiados en esta tierra tuvieron que marchar de su hogar porque lo iban a inundar.

En el caso concreto de la Selba, la denuncia por lo penal fue el segundo de los contenciosos que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) iniciaba contra sus moradores. La vía administrativa continúa su proceso. Sin embargo, la vía penal la perdió la CHE estrepitosamente este mes de junio. Una victoria de una familia contra la todopoderosa Confederación, dueña y señora de ese paraje. La hormiga engullendo al elefante. Una batalla ganada en una guerra que sigue siendo desigual.

Como los habitantes de la Selba, las gentes del Galliguera ven amenazada su forma de vida. En este caso son centenares las familias afectadas por las obras que plantea el pantano de Biscarrués. Miles de personas que han de afrontar la enésima guerra en estas tierras contra el órgano gestor de la Cuenca del Ebro. Una guerra que lleva treinta años fraguándose.

Las y los habitantes del Galliguera ya han alzado su voz. Sin embargo, y a diferencia de otros proyectos, hoy son más las voces de regantes que entienden que existen otras formas más responsables y eficientes de conseguir el agua para sus cultivos. Y ahí está la clave de esta guerra. El embalse de Biscarrués será deficiente y caro. El esquilmado Galligo no satisfará las demandas de los regantes y no podrá almacenar toda el agua estimada en el proyecto, y además perjudicará gravemente a una comarca que había hecho del turismo sostenible su modo de vida. Aunar esfuerzos en la lucha, incluyendo a esos regantes críticos, será la única forma de defender al entorno y las gentes de la Galliguera, y quizá algún día recordar que allí también la CHE perdió.

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