Valoración optimista de la Vada Cheneral

De punta a punta en cada comarca, de polígono a polígono, de barrio a barrio, de comercio a comercio, de centros de enseñanza a puestos de trabajo, de movimientos sociales a sindicatos y mareas de todos los colores. Sentimiento colectivo de optimismo generado por la gran capacidad de respuesta a todas las convocatorias desde todos los puntos. Las razones para no ir a la huelga se están disipando, el miedo ya no nos para, al contrario, nos hace reaccionar en positivo ante las amenazas disfrazadas de recortes de los que se dicen en el poder. En realidad todo esto no …

Foto: Pixabay

De punta a punta en cada comarca, de polígono a polígono, de barrio a barrio, de comercio a comercio, de centros de enseñanza a puestos de trabajo, de movimientos sociales a sindicatos y mareas de todos los colores. Sentimiento colectivo de optimismo generado por la gran capacidad de respuesta a todas las convocatorias desde todos los puntos.

Las razones para no ir a la huelga se están disipando, el miedo ya no nos para, al contrario, nos hace reaccionar en positivo ante las amenazas disfrazadas de recortes de los que se dicen en el poder. En realidad todo esto no hace más que unirnos, ya que hemos demostrado que pase lo que pase vamos a estar ahí.

Posiblemente no habremos cerrado todos los comercios, polígonos o cinturones que hubiéramos deseado para una huelga general, pero sí que en general, nos hemos visto representadas en sectores, en territorios y porque no decirlo, también en cifras.

Tenemos que evaluar lo que nos ha funcionado, como la capacidad de improvisación, porque la actualidad urgente nos hace mover los ejes y reconducir las convocatorias. De la tradicional cita en El Corte Inglés a la puerta de los Juzgados en solidaridad con las personas detenidas o que la línea estratégica no pase solo por cerrar la Universidad sino que la Universidad sea abiertamente antifascista. Perfeccionar herramientas que funcionan como el bicipikete, la comunicación interactiva, la salidas organizadas de los barrios en mareas o en grupos... hasta que no sólo consigamos parar la producción, sino recuperar el movimiento, la circulación y el control de nuestras vidas y redirigirlo hacia donde nosotras decidamos.


Vada Cheneral en Aragón.

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