Una clase de historia sobre ruedas

Este sábado 15 de noviembre se ha celebrado la 3ª bicicletada de memoria histórica, dentro de las jornadas de Noviembre Antifaixista. Una peculiar clase de historia que ha recorrido los principales escenarios de la huelga general de 1934 que durante 35 días paralizó Zaragoza.

Foto: CGT

Este sábado 15 de noviembre se ha celebrado la III Bicicletada de Memoria Histórica, dentro de las jornadas de Noviembre Antifaixista. Una peculiar clase de historia que ha recorrido los principales escenarios de la huelga general de 1934 que durante 35 días paralizó Zaragoza. Un acto a cargo del historiador Enrike García, del sindicato de enseñanza de CGT y que se ha organizado con la ayuda de Pedalea.

Otro año más se han recorrido lugares significativos de la ciudad de Zaragoza en la que ocurrieron hechos muy relevantes dentro de nuestra historia reciente. Este año la historia se ha centrado en la Huelga de 1934, y las paradas y explicaciones históricas han estado relacionadas con dicha huelga.

Unos 70 ciclistas han acudido a esta clase de historia que se ha iniciado en la calle Albareda, en el antiguo cuartel de la Guardia de Asalto, donde hizo explosión un artefacto que causo 3 víctimas civiles. La posterior represión y las torturas y malos tratos dieron lugar a una convocatoria de huelga indefinida por parte de CNT y UGT que paralizaron totalmente Zaragoza. A lo largo de esta clase, que ha durado 2 horas, se han recorrido lugares como el Depósito Anatómico Forense, donde el 6 de mayo de 1934 hubo una carga por parte de las autoridades contra los obreros que esperaban la salida del féretro de Julio Laviñeta, joven de 16 años de la FAI, única víctima del conflicto y muerto en el barrio de las Delicias por disparos de un teniente de la Guardia de Asalto.

Paradas junto al Gran Hotel donde una bomba explosionó en la ventana de la habitación donde estaban reunidos el Secretario de Estado y las autoridades de la ciudad para encontrar una solución al conflicto. O en la plaza Tenerias, donde el 7 de mayo llegaron 7 autobuses de Barcelona, encabezados por García Oliver, para recoger a los hijos de los huelguistas y llevarlos a casas de militantes de CNT para acogerlos y cuidarlos tras más de 3 semanas de conflicto. Un conflicto que termino con un gran éxito para los trabajadores ya que consiguieron sus objetivos, la reincorporación de los trabajadores despedidos tras los primeros días de huelga.

Desde Noviembre Antifaixista señalan que "una vez más, el objetivo se ha cumplido, un acto lúdico-reivindicativo en el que se descubre la historia más reciente de nuestra ciudad".

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