Un grupo de nueve artistas se ha propuesto evitar que la escultura “Víctima”, ganadora del concurso de proyectos para la realización de un memorial a las víctimas de la violencia machista, no sea instalada en Zaragoza.
Para ello han iniciado una recogida de firmas y de adhesiones de colectivos y entidades, con el fin de presionar al ayuntamiento de la ciudad, al que también han dirigido una carta, dirigida al Alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, para que recapacite la decisión.
A través de la Consejería de Economía y Cultura, se convocó un concurso con el objetivo de premiar el mejor proyecto artístico y encargar la realización de una escultura o intervención estable como memorial a las víctimas de la violencia machista, que contó con siete días de plazo de preinscripción, durante los que los concursantes debían presentar su solicitud, currículum académico y profesional, certificación de estar al corriente de pagos tanto en la Tesorería de la Seguridad Social como en la Agencia Estatal Tributaria.
Tras la presentación de los proyectos por parte de los solicitantes admitidos, que dispusieron de cuatro semanas para realizar sus propuestas, se reunió el jurado que determinó premiar la obra titulada Víctima, de Fernando Clavo Sanz.
El colectivo de artistas en contra de la instalación de la escultura, sin entrar a valorar la calidad artística de la misma, explica en la carta dirigida a Santisteve, los motivos por los que se enfrentan a la colocación de la escultura ganadora.
“Consideramos que un memorial a las víctimas de la violencia machista no debe mostrar a una mujer postrada, abatida, vencida y humillada, que es lo que muestra el proyecto elegido, donde se representa a una mujer llorando en posición sumisa”, advierten, con razón, pues la escultura de Fernando Clavo Sanz “insiste en el dolor, la humillación y la soledad, en lugar de poner el acento en el coraje, la fuerza, la lucha común y la solidaridad”.
Este grupo de artistas advierte también que este tipo de símbolos “subestiman el poder de la mujer, la minimizan y perpetúan el estereotipo de mujer débil, frágil y sometida, lo que supone un retroceso en el camino por la consolidación de la igualdad en una sociedad más justa”.
Algunos de los participantes en el concurso, tras conocer la campaña “No queremos una mujer arrodillada en el memorial sobre la violencia de género”, puesta en marcha por Juan Alberto Albiac y avalada por más de cuatro mil firmas a través del portal change.org, con el objetivo de evitar la colocación de la escultura por representar de forma muy desacertada el gravísimo problema de la violencia machista, reconsideraron sus propias propuestas.
Es el caso, por ejemplo, del artista Steve Gibson, que manifiesta: “esta obra no es mía, pero sí que participé en el concurso. Ojalá hubiera visto estos comentarios antes de haber hecho la propuesta que presenté junto a Patrizia Di Monte y Nacho Grávalos (Grávalos Di Monte), habrían influido mucho en nuestro concepto. Para hacer un monumento que habla en nombre de todos, tal vez hay que utilizar la inteligencia del colectivo antes de empezar a crear”.
Rescatamos otros dos comentarios de la misma campaña. El primero, firmado por Carmen Navarro Bueno, de Zaragoza, dice: “la escultura debía representar el coraje de muchas víctimas que luchan y consiguen salir adelante con la cabeza bien alta y no ahondar en la victimización y la humillación. Todas las organizaciones de mujeres la han rechazado y una vez más nuestra voz no cuenta. Esperaba más sensibilidad por parte de este Ayuntamiento. Para esto, mejor no pongáis nada. ¡Indignante!”
En el de Ana Cedillo, también vecina de Zaragoza, se lee: “es un insulto a la lucha contra la violencia de género y a todas las mujeres, fuertes y libres, que han vencido a su agresor. Una representación insulsa y simple de una víctima abatida, vulnerable, estática y sola. Me niego a que eso represente un problema tan grave y profundo”.
Teniendo en cuenta las anteriores reflexiones advierten a Pedro Santisteve que sería un desatino utilizar esta escultura como símbolo del coraje de todas las mujeres que sobreviven a la violencia machista. Y, puesto que el espacio donde quede instalada la escultura será también –así lo recogen las bases del concurso– un lugar de encuentro para honrar la memoria de las víctimas, visibilizar esa problemática social y sensibilizar a la población sobre la lacra que supone este tipo de violencia, entienden que “utilizar esta imagen supondría un lamentable error”.
Consideran que rectificar sería un acierto y una señal de sensibilidad por parte de un Ayuntamiento en el que la ciudadanía ha depositado su confianza. “Con la seguridad de que nuestra petición será tenida en cuenta, quedamos a su disposición”, concluyen.