Un nuevo presente y futuro para Chanovas

2017 ha resultado un año fundamental en cuanto a la recuperación de Chanovas. A la acción siempre constante de los colectivos –Coagret celebró su asamblea en junio- se ha unido también, en cierta medida, la clase política, y con ella la vuelta al panorama mediático con su inclusión en la propia agenda.

Foto: Alex Abian (CC)

Cuando en 1961, Iberduero (actual Iberdrola) y la dictadura de Franco decidieron que esta pequeña localidad del Pirineo aragonés que llegó a tener 400 habitantes era el lugar perfecto para la construcción de un pantano, pocas personas hubieran imaginado que 57 años después, Chanovas seguiría allí. Lo fácil hubiera sido pensar en la desaparición del pueblo como tal. Y a punto estuvo de serlo.

Pero hete aquí que como sucede siempre en estos casos en los que se afronta la batalla entre las instituciones o grandes empresas contra un pequeño grupo de personas, de manera excepcional, David vence a Goliat. El caso de Chanovas es el ejemplo uno de estos triunfos en los que el sentido común, pero sobre todo la constancia y la determinación de los familiares, vecinos y vecinas de esta localidad y sus alrededores, logran vencer al “villano” y recuperan con ello sus raíces, su presente y su futuro.

Paradójicamente, el presente y futuro de Chanovas comenzó a escribirse en 2005, año en el que la construcción del pantano se descartó definitivamente, aunque si bien es cierto, fue en 2001 cuando se desestimó por su impacto medioambiental. A partir de ahí, de nuevo, se han ido dando pequeños pasos para que esta localidad del Valle del Ara recobre la vida que perdió casi en su totalidad en 1984, cuando el pueblo quedó totalmente inhabitado a cambio de “cuatro perras” y por culpa de las expropiaciones forzosas.

Uno de esos pequeños, pero grandes, pasos se dio en septiembre de 2016, cuando sus vecinos y vecinas decidieron constituir la Fundación San Miguel de Chanovas, cuyo objetivo consistía en “unificar esfuerzos” para la recuperación del pueblo, y con ello recuperar las fiestas en honor de su patrón. Un hecho que tiene gran importancia para la vida de los pueblos y que al mismo tiempo sirve para reivindicar su existencia. La grandeza de los pueblos.

Los vecinos y vecinas admitían entonces que sus “ilusiones, esfuerzos y esperanzas” no habían hecho más que incrementarse”. Y ahora más que nunca “Chanovas no rebla, no lo ha hecho nunca y no lo hará ahora, aun con el silencio de la administración”, advertían.

2017 también ha resultado un año fundamental en cuanto a la recuperación de Chanovas. A la acción siempre constante de los colectivos –Coagret celebró su asamblea en junio- se ha unido también, en cierta medida, la clase política, y con ella la vuelta al panorama mediático con su inclusión en la propia agenda.

El pasado mes de septiembre, los vecinos y vecinas de Chanovas volvían a celebrar sus fiestas patronales con la esperanza -esta vez sí ratificada con hechos y no sólo con palabras- de ver como las inversiones iban llegando al pueblo. Gracias a una aportación de 180.000 euros del Gobierno de Aragón, a lo largo de éste pasado año y de este 2018 se construirá la carretera de conexión entre San Felices y Chanovas, carretera que servirá para conectar los pueblos de San Felices, Planillo y Albella a través de Chanovas y su “futuro puente” con la carretera estatal.

En noviembre, Unidos Podemos-Alto Aragón en Común ha registraba en el Congreso español una batería de preguntas sobre el proceso de reversión de las propiedades de los terrenos expropiados en Chanovas, La Velilla y La Cort (donde se iba a construir el desestimado embalse).

La coalición aragonesa denunciaba en su escrito que este procedimiento, iniciado en 2008 por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), permanecía “estancado”; que no incluía todas las propiedades, y que no se había aplicado en él, a la hora de fijar los precios que se cobran a los antiguos dueños, el “menoscabo” sufrido por las propiedades mientras éstas habían permanecido en poder de las empresas eléctricas concesionarias.

También querían saber por qué no se había reconocido la reversión integral, incluidas las fincas, “ya que no hubo ventas voluntarias, sino ventas forzadas, a Iberduero” -actualmente Endesa-;  así como por qué no se había aplicado el “menoscabo” estipulado en la Ley de expropiación forzosa, tanto en las ruinas de los antiguos edificios como en las fincas.

Ya en diciembre, Chanovas comenzó la instalación los postes de media tensión. A dicha instalación le seguirá una segunda fase en la que se instalará la red de baja tensión. Un hecho que permitirá que la luz en el municipio sea una realidad y con la previsión de que durante este mes de enero la electricidad ilumine de nuevo Chanovas. Del mismo modo, esto supondrá un avance más que significativo en la llegada del agua a través de sistemas de bombeo, uno de los objetivos que se plantean desde la Fundación San Miguel, junto con la reversión de los terrenos.

Asimismo, a mediados del pasado diciembre, el Ayuntamiento de Fiscal y Endesa suscribieron un convenio para la transmisión por parte de la empresa de un conjunto de activos, alguno de ellos situados en zona de dominio público, en los núcleos de Albella-Chanovas, Burgasé, Lacort, Lavelilla, Fiscal, San Felices y Javierre-Santa Olaria. Un acuerdo que contempla el traspaso de 186 hectáreas y más de 60 inmuebles. Estos activos, que englobaban una superficie de 2.700 hectáreas y numerosas edificaciones, fueron adquiridos por Eléctricas Reunidas de Zaragoza, posteriormente integrada en Endesa, en 1993.

¿Y el Gobierno español? Por lo que ha demostrado –es decir, nada-, ni está ni se le espera. Únicamente se acuerdan, y no está tan claro, cuando alguna fuerza política aragonesa pregunta al respecto en cualquiera de las Cámaras de representación españolas. Así, el pasado mes de diciembre, el Ejecutivo de Mariano Rajoy contestaba por escrito a las preguntas realizadas por Compromís en septiembre, a propuesta de CHA y fruto de los acuerdos establecidos entre ambos partidos, y que estaban relacionadas con el Plan de restitución de Chanovas.

La respuesta escrita del Gobierno español fue calificada por el secretario territorial de CHA, Joaquín Palacín, como “lamentable”. “Se parapeta en la Evaluación Ambiental para no actuar ni invertir siquiera en los servicios básicos, en una muestra más de falta de compromiso y sensibilidad por solventar los problemas de Aragón”, señalaba el de la formación aragonesista.

No obstante, y sin tener en cuenta la inoperancia del Ejecutivo español, parece que el resurgir de Chanovas es ya una realidad. De ahora en adelante, y aunque todavía queda mucho camino por recorrer, el presente y futuro de esta bella localidad del Pirineo aragonés podrá ser escrito por sus propios vecinos y vecinas. Ahora más que nunca, y como ellos y ellas dicen: “Chanovas no rebla, Chanovas Vivo”.

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