Un informe denuncia la entrada masiva de crudo de arenas bituminosas en la Unión Europea

La entrada masiva de petróleos pesados y altamente contaminantes en la Unión Europea acabaría con sus compromisos climáticos y tendría otros graves efectos ambientales. Así se concluye en un informe presentado ayer a nivel internacional, en el que se apunta a Canadá y empresas petroleras, destacando entre ellas Repsol. Miembros de Ecologistas en Acción realizaron una acción simbólica de protesta frente a la sede de esa compañía en Madrid. El petróleo procedente de arenas bituminosas es un 23% más contaminante que el convencional y provoca severos impactos ambientales y sociales en su lugar de extracción y durante su transporte (oleoductos …

Miembros de Ecologistas en Acción en la sede de Repsol en Madrid.
Miembros de Ecologistas en Acción en la sede de Repsol en Madrid.
Miembros de Ecologistas en Acción en la sede de Repsol en Madrid.

La entrada masiva de petróleos pesados y altamente contaminantes en la Unión Europea acabaría con sus compromisos climáticos y tendría otros graves efectos ambientales. Así se concluye en un informe presentado ayer a nivel internacional, en el que se apunta a Canadá y empresas petroleras, destacando entre ellas Repsol. Miembros de Ecologistas en Acción realizaron una acción simbólica de protesta frente a la sede de esa compañía en Madrid.

El petróleo procedente de arenas bituminosas es un 23% más contaminante que el convencional y provoca severos impactos ambientales y sociales en su lugar de extracción y durante su transporte (oleoductos en tierra y grandes barcos petroleros en mar). Se trata de un tipo combustible que Canadá, con grandes yacimientos y poco mercado donde colocarlo, quiere exportar a Europa de forma masiva.

El informe realizado por Natural Resources Defense Council realiza proyecciones alarmantes: se podría pasar de los 4.000 barriles diarios que entran actualmente en la UE procedente de este petróleo a unos 600.000 barriles  en 2020, es decir 150 veces más. La entrada masiva echaría por tierra el compromiso de la UE de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero un 20% hasta 2020. Haría inviable el compromiso establecido en la Directiva de Calidad de los Combustibles de lograr que el petróleo consumido en 2020 tenga un 6% menos de emisiones de media que el consumido en 2010.

Precisamente en la presentación de los objetivos energéticos de la UE para 2030, realizada el pasado miércoles por el presidente de la Comisión Europea, Joao Manuel Durao Barroso, se propuso eliminar esa Directiva de Calidad de Combustibles a partir de 2020. Esta propuesta parece ser una alarmante consecuencia del acuerdo comercial entre Canadá y la UE al que se llegó el pasado noviembre.

En el informe del Natural Resources Defense Council se explica que Europa es el mercado prioritario al que aspiran las petroleras canadienses para dar salida a las reservas de los yacimientos de arenas bituminosas de Alberta (oeste de Canadá), ya que el mercado de EEUU se encuentra saturado. Para que la explotación de arenas bituminosas continúe y pueda mantener la confianza de los agentes financieros que apoyan la operación, resulta crucial acceder al enorme mercado que supone la UE.

El informe revela además que Repsol sería una de las petroleras que más se beneficiaría de la entrada masiva de estos combustibles en la UE. Esto se debe a que Repsol posee tres de las cinco refinerías de la UE (Cartagena, Bilbao y Castellón) capaces de procesar estos petróleos pesados. Las refinerías de Repsol tienen actualmente el 79% de capacidad de toda la UE para refinar estos petróleos, por lo que la mayor parte de todo el petróleo en bruto que llegara para ser refinado a la UE pasaría por sus instalaciones.

Para Ecologistas en Acción resulta inaceptable que la UE renuncie a sus ya mínimos y escasos compromisos ambientales por la negociación de un acuerdo comercial. Por eso exhorta a los Estados miembros y al Parlamento Europeo que no ratifiquen la eliminación de la Directiva de Calidad de los Combustibles. "Si todo el petróleo procedente de las arenas bituminosas de Canadá acaba finalmente consumiéndose en el mercado europeo, la UE seguirá agravando su ya enorme contribución al calentamiento global", concluyen.

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