Uesca: un kilómetro de cadena humana en defensa de lo público

Cientos de personas mano con mano han unido la tarde del 20 de diciembre todo el centro de Uesca reclamando la vigencia y necesidad de los servicios públicos. El grito “los servicios públicos no se venden” ha aglutinado a personas del mundo de la sanidad, de la educación infantil, secundaria y superior, de los servicios sociales, de la cultura, de la justicia, de la tercera edad, paradas, precarizadas, inmigrantes y un largo etcétera en una cadena humana que se ha extendido desde la delegación de Hacienda, en la plaza de Navarra, hasta el centro de salud Santo Grial, en la …

Cientos de personas mano con mano han unido la tarde del 20 de diciembre todo el centro de Uesca reclamando la vigencia y necesidad de los servicios públicos. El grito “los servicios públicos no se venden” ha aglutinado a personas del mundo de la sanidad, de la educación infantil, secundaria y superior, de los servicios sociales, de la cultura, de la justicia, de la tercera edad, paradas, precarizadas, inmigrantes y un largo etcétera en una cadena humana que se ha extendido desde la delegación de Hacienda, en la plaza de Navarra, hasta el centro de salud Santo Grial, en la calle de San Jorge, pasando por la Diputación Provincial de Uesca, Correos, los juzgados, el colegio público El Parque y la facultad de Ciencias de la Educación como símbolos de todo lo público que se ha reivindicado como no negociable.

Según las organizaciones convocantes, “no pasa día sin que nuevas agresiones del Gobierno erosionen los Servicios Públicos en Aragón”, “la educación de nuestras hijas, el cuidado de las mayores y las personas con discapacidad, el derecho a una justicia digna, la salud de nuestras familias van camino de convertirse en puro negocio de casino” afirman, “estos servicios no son una lotería; son un derecho irrenunciable”.

La cadena, que según las organizaciones convocantes ha supuesto un importante esfuerzo organizativo, se ha ido recogiendo en la céntrica plaza de Navarra, donde se han cantado distintos villancicos alusivos a las políticas de recorte de los distintos gobiernos y, finalmente, se ha leído un comunicado en el cual se denunciaba que “los recortes, despidos y privatizaciones amenazan con empujar a la miseria a nuestra sociedad y los servicios públicos en general son convertidos en puro negocio privado de unos cuantos amiguetes del gobierno, o en simple privilegio de los ricos”. El texto insistía en la necesidad de “frenar el saqueo de lo que costó décadas construir entre todas”, lo cual “exige una acción común y concertada de toda la sociedad”.

La iniciativa ha surgido de las distintas “mareas” indignadas y por los servicios públicos de Aragón, entre ellas la Plataforma por la Salud Universal de Huesca, la Plataforma por la Escuela Pública, el movimiento 15M, las empleadas públicas y representantes laborales que convocan los Viernes Negros, en los que participan trabajadoras del Ayuntamiento, de la DPH, de Hacienda, del Salud o de la DGA entre otros, la Cumbre social oscense, grupos universitarios como La Algara o las representantes del Campus de Uesca en la Junta de Personal de la Universidad de Zaragoza. También ha acudido personal de los laboratorios de hospitales altoaragoneses, particularmente de Barbastro, actualmente en proceso de centralización y privatización, de las bibliotecas públicas, que reivindican poder seguir prestando los mismos servicios que hasta ahora ofrecían, e integrantes de otros muchos colectivos sociales.

La cadena humana ha estado acompañada de otros actos y movilizaciones en el Altoaragón, como otra cadena humana igualmente en defensa de lo público en Sariñena, la manifestación del día anterior en Barbastro contra la centralización de los laboratorios públicos y los encierros en distintos centros docentes como el Ramón y Cajal, el Sierra de Guara y el Pirámide. Además se han anunciado movilizaciones y encierros para los próximos días.

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