Cuando la cuidadora de Pilar se fue de vacaciones a su país de origen después de un montón de años sin visitar a sus hijos y familiares (pero esto de las cadenas globales de cuidados da para otra historia que contar), pensé para mí: “ojalá que en este tiempo no le pase nada grave porque si no no sé qué haremos…”. Me equivoqué por completo en mis pensamientos. En cuanto se fue la cuidadora, los escasos vecinos y vecinas de este remoto pueblo de la provincia de Teruel, se organizaron para llevarle la comida, hacerle visitas mañana y tarde y …