Hace tan sólo unos meses, prensa y televisión pretendían que las benzodiacepinas de toda la vida (la familia a la que pertenece el diazepam o el loracepam, Valium y Orfidal, para l@s amig@s…) eran una nueva droga que te hace alucinar e, incluso, automutilarte, y utilizaban como reclamo exótico para aumentar la sensación el nombre que se la da en las calles de Marruecos, karkubi (ver artículo sobre ello aquí). Por otro lado, no han pasado ni dos semanas de la repetición machacona del término “cocaína rosa” para denominar a la 2C-B (“nexus”), que ni es nueva, ni es cocaína, …