Para algunos el mundo no es complejo, sino simple, algo así como el mecanismo de “un botijo posmoderno”, en cuyo orificio más ancho cabe echar palabras aderezadas con sentimientos, dispuestas a refrescar el gaznate de cualquiera que tenga la garganta seca y que tenga capacidad de beber por su orificio más pequeño. Mientras, en el interior del barro cocido descansarán frescas las mentiras de tal forma que algunos alfareros de la política han conseguido que nos olvidemos de que el barro, como la realidad, siempre es porosa. El mundo que nos rodea, eso que denominamos realidad, es complejo, inabarcable e …