Ello supondría duplicar lo que actualmente se invierte en poda en la capital aragonesa y reducir los ciclos prácticamente a la mitad. Para Cubero, la única condición que se le ha impuesto a la empresa FCC, actual concesionaria del servicio, es la contratación de personal y compra o alquiler de maquinaria para llevar a cabo las tareas de poda, algo que finalmente la empresa no ha aceptado.