El Alto Tribunal se desdice de su propia decisión y opta por situarse del lado de la Banca perjudicando así a millones de personas en el Estado español, al tiempo que plantea serias dudas sobre su independencia judicial
El Alto Tribunal se desdice de su propia decisión y opta por situarse del lado de la Banca perjudicando así a millones de personas en el Estado español, al tiempo que plantea serias dudas sobre su independencia judicial