¡Otro reprobado! Y van… varios, más de los deseables ¿Consecuencias? Ninguna, como si oyeran llover, es más, el responsable último de las tropelías de Montoro, dirá que hace un sol espléndido en esta época del año para cuanto peor mejor su beneficio propio, el suyo mío o algo así. La respuesta del ministro de Hacienda ha sido la habitual en estos casos, manifiesta su intención de estar ojo avizor para descubrir las debilidades de los reprobadores y al menor desliz saltar sobre la pieza para defender su honor de la osadía de los denunciantes. ¡Como si le quedara honor! La …