A su juicio, la decisión tomada por la Audiencia de Madrid, que ordenó el levantamiento de la medida cautelar de inmovilización del autobús de la transfobia, “es indignante, hace una sesgada y tendenciosa interpretación de donde esta el límite de la ‘libertad de expresión’, para avalar con su dictamen la impunidad del odio y poner en entre dicho el estado de derecho”