Esta iniciativa emplea como escenario las distintas calles, callejones y rincones de Burbáguena que tras ser ambientada y decorada con la temática de ese año, recibe la visita de decenas de personas que no quieren perderse este pasaje/recorrido del terror. Una forma de dinamizar la localidad y que pueda contar con una afluencia, de unas 90 personas en esta quinta edición, que de otra forma no estaría.