Del salto de frecuencia de Hedy Lamarr a la aplicación BeEco de las jóvenes científicas del IES Pablo Gargallo

Hablamos con las integrantes del HLammar Team, ganadoras de la categoría senior de Aragón del concurso Technovation Challenge 2018 para jóvenes científicas. Nos reciben en el Instituto Pablo Gargallo del barrio de San José en Zaragoza donde estudian. Ferrán, Coordinador de Formación del centro, e Idoia, educadora del PIEE que ha hecho las funciones de mentora del equipo, nos presentan a Zara, Ana, Lucía, Carla y Sorina. Tienen entre 15 y 16 años.

Zara, Ana, Lucía, Carla y Sorina, junto a Idoia, la mentora. Foto: @igoiz17 (AraInfo)

Quiénes sois y cómo surge la idea de presentaros al concurso?

HLamarr Team (HLT).- Somos alumnas de 4º de la ESO. Un día nos propusieron hacer la aplicación. Al principio estábamos un poco perdidas. A dos de nuestras compañeras, Ana y Carla, se les ocurrió un día hacer una aplicación medio ambiental y nos pareció una buena idea. Así que pensamos en qué queríamos que tuviese la aplicación. Le tuvimos que quitar un montón de cosas porque no podíamos hacer tanto en tan poco tiempo. Entonces fuimos haciéndola en la medida de nuestras posibilidades y desde ahí empezamos a programar la aplicación.

Idoia.- La Asociación Espiral, que se dedica a promover educación y tecnología, cogió el testigo del concurso en Aragón. En varios encuentros en Madrid, Barcelona y Valencia, los tres sitios que ya estaban en marcha, les explicaron qué es lo que tenían que hacer para realizar el concurso en Aragón. Tenía que haber un número determinado de grupos, más de 10 por territorio, para formar lo que llaman “Embajada regional”. Aquí en Aragón pensaban que iban a encontrar 3 o 4 grupitos de niñas y no poder ser embajada. Pero el 11 febrero (Día de la mujer y la ciencia), en un encuentro en Etopía, se encontraron con un montón de gente muy abierta a participar. Desde ahí, la cosa creció y creció. Así el primer año, cuando lo normal es tener algún grupo y presentarse a concurso y hasta los dos años no ser embajada, ya había un montón de grupos por lo que se consiguió ser embajada con todo lo que conlleva. Ha sido un poco desconcertante para la organización, pedían siempre disculpas de tener que ir al retortero. Pero bueno, hemos sido pioneras y embajada el primer año... y encima nosotras además ganadoras. Ahora pasan de la regional a la fase europea. También se celebran paralelamente otras fases de concurso en Estados Unidos y en África, que por cierto son muy potentes.

La idea ha sido suya total y Ferrán y yo no hemos metido nada de mano. Ferrán ha sido indispensable para coordinar todo desde el IES Pablo Gargallo, para que los departamentos se involucraran, para que las dejaran salir de clase, para que la profe de economía echara un vistazo al plan de mercado, el concurso de dibujo en el departamento de Plástica...

Mi función como mentora ha sido acompañarlas en todo el proceso. Normalmente, las mentoras, son personas muy profesionales o muy interesadas por la tecnología y creo que soy la única que no es así, de los encuentros que hacíamos como mentoras yo estaba como pez fuera del agua. Mi función ha sido ir detrás de ellas para que cumplieran los plazos, ponerlas en contacto con el resto de departamentos y hablar con la Harinera y la Casa de juventud... coger de aquí y de allí ha sido una de las claves del éxito.

Ana (HLT).- Al principio me enteré por la tutora. Luego nos enteramos que Ferrán lo había introducido en el Instituto, pero eso no lo supimos hasta después. Se suponía que tenían que ser cinco chicas y una mentora obligatoriamente, que luego nos dimos cuenta que no era así, pero al principio tenía que salir el grupo de cinco, por eso yo iba detrás de Lucía y Zara, e Idoia iba insistiendo: “Tiene que salir, me gusta mucho la idea”. Luego fuimos al PIEE y nos encontramos con Sorina y Carla a las que ya conocíamos de clase.

Idoia.- El misterio de lo de pensar que eran cinco fue que en las bases leímos que ponía “hasta cinco alumnas” y cuando lo hablamos, Ferrán y yo tuvimos claro que teníamos que ir a por el máximo porque uno de los valores importantes que veíamos en esto era el trabajo en equipo y no es lo mismo que una persona o dos lo hagan, que cinco. Por eso íbamos a por los máximos ya que en un instituto de 400 personas teníamos que encontrar a cinco, por eso estuvimos “comiendo orejas” hasta que se juntaron.

Carla (HLT).- Sorina y yo nos enteramos por Ferrán. Nos dijo en un recreo que, como hacemos tecnología, si queríamos participar en un concurso muy chulo que se llama Technovation Challenge y es internacional. Y dijimos “pues vale, nos apuntamos” (risas).

Ana (HLT).- Al principio no sabíamos de qué iba en realidad incluso estábamos un poco asustadas y nos costó decidirnos a algunas porque veíamos que había que hacer muchas cosas. Íbamos como muy inocentes. Pero el primer día que nos explicaron qué había que hacer fue como “bueno, bueno, ¿dónde nos hemos metido?” (risas).

¿Qué es BeEco?

HLT.- Es el nombre del proyecto de app que presentamos al concurso. Es una aplicación que quiere solucionar el desconocimiento de los problemas medioambientales (globales y locales) por parte de la juventud de Zaragoza, y contribuir a fomentar la participación de las y los jóvenes en la solución de los mismos.

Primero diseñamos la primera pantalla en la que sale el logo, puedes poner tu nombre de usuario y elegir entre varios avatares que creamos. Hay otra pestaña que te lleva a enlaces de Greenpeace con información sobre el medio ambiente para conocer los problemas que ocurren actualmente en el mundo. Puedes crear alertas y situarlas en el mapa de Zaragoza, por ejemplo si se ha perdido un perro pones “perro perdido” y en la descripción “se me ha perdido a esta hora y es de color marrón”, la colocas, y otras personas pueden ver la alerta. Si tienes suerte igual encuentras a tu perro (risas). Y para el tiempo libre pensamos en algo que pudiera hacer la gente para entretenerse, en un quiz medioambiental. También hay una pestaña de contactos por si te encuentras, por ejemplo, un perro abandonado y poder llamar directamente a las asociaciones que te vayan a asegurar que cuando llamas se van a hacer cargo del problema, porque normalmente llamas a la policía y te van pasando números todo el rato y dices “bueno, pues nada gracias” (risas).

Idoia.- Hicieron una pestaña de contactos directos en la que les das a un botón y directamente te sale Emergencias, la Protectora de Animales, etc… Y luego también asociaciones, que te sale mail y teléfono y así no tienes que buscar.

HLT.- Y veterinarias de guardia por si acaso le pasa algo a tu mascota.

Idoia.- Pero eso no es todo, porque como en todas las aplicaciones, tiene que haber un 2.0 un 3.0…

Sorina (HLT).- Hay que ver qué haría la aplicación si es real y se actualiza. En un futuro tenemos planeado convertirla en algo más parecido a una red social ya que tienen más influencia en la vida cotidiana. Y sería incluir una plataforma donde la gente pueda comunicarse entre sí, donde puedan subir sus actividades ecológicas, y en la medida que las vayan subiendo pensamos en incluir bonificaciones, como descuentos en transportes públicos, alquiler de bicicletas…

¿Qué os parece el requisito de que las participantes sean todo chicas? ¿Pensáis que el resultado sería diferente si fueran grupos mixtos?

HLT.- Nos parece muy bien que el concurso sea de chicas, porque nos introduce a la tecnología que está más apartada de las chicas. Pero creemos que si hubiera sido mixto hubiera sido igual, no habríamos notado ninguna diferencia porque estamos capacitados todos y todas. Sí que algún compañero ha hecho alguna broma en plan: “Si hubiéramos estado nosotros os habríamos ganado seguro”. Bueno, bueno no sé yo (dicen todas).

Pero les hablas a los chicos del plan de negocio o de programar y no tienen ni idea, vamos que estaríamos al mismo nivel (risas). Los chicos decían “programamos y ya”, y les decíamos sí, vale, pero haz ahora el plan de negocio y de marketing que hay que hacer, y salían espantados. No se imaginaban tanto trabajo.

Idoia.- Una de las cosas que nos convenció para presentarnos al concurso fue precisamente eso, el tema de promover la tecnología y la ingeniería en las alumnas porque el sistema educativo en general inclina más a las chicas a una serie de carreras y les da menos visibilidad y oportunidades. Incluso ellas mismas, por la estructura patriarcal en la que vivimos igual no se sienten capacitadas o dudan o piensan que no va a ser una cosa para ellas, y un poco impulsar a las chicas, darles visibilidad y ver que no solo están ellas, sino que hay 200 chicas en Aragón que se han metido en este berenjenal y que han hecho una pasada de trabajos.

¿Os definís como ecologistas o científicas?

HLT.- La verdad es que no nos consideramos ni ecologistas ni científicas (risas) porque nos da la impresión que todavía nos faltan muchísimas cosas por aprender para considerarnos ecologistas y científicas. Antes de hacer el trabajo nos informaron sobre qué es la ecología, y nos explicaron lo que suponía el trabajo de una ecologista y comprometerse con la ciudad y todo eso. Solo hemos conocido una parte. Una parte pequeñita. Estamos más mentalizadas con la ecología porque al informarte te das cuenta de todos los problemas que hay y que tú sola no lo puedes cambiar pero ecologistas... creo que nos queda bastante.

Idoia.- Una parte del proceso que se quedó en el aire y que llevó también mucho trabajo, fue el tema de conocer desde dónde partíamos, la idea de qué problema queremos solucionar, que era la falta de interés y compromiso por la ecología y en general de las y los jóvenes de la edad de ellas. Se les ocurrió mirando y estudiando mucho, se han leído datos de participación de jóvenes que nos ha pasado el Consejo de la Juventud, se han leído estudios de participación de jóvenes a nivel estatal, para saber si era real o una impresión suya, porque claro ellas tenían esa idea pero a la hora de plasmarlo tenían que saber si solo estaba en su cabeza o era real. Y realmente los estudios demuestran que las y los jóvenes no tienen mucho interés en la ecología y eso era lo que ellas querían cambiar. También prepararon una encuesta para sus compañeros y compañeras que contestaron más de 60 personas, y en esa encuesta había preguntas de tipo: ¿Estás en algún grupo ecologista militando? ¿Estarías si fuera fácil para ti? ¿Si conocieras más el tema de la ecología te comprometerías más? Porque esa es un poco la finalidad de la aplicación.

Hedy Lamarr, la inventora que da nombre a vuestro equipo

Hedy Lamarr.
Hedy Lamarr.

¿Qué habéis cogido de Hedy Lamarr que os haya sido útil?

HLT.- Solo el nombre, creemos, nos lo propuso Idoia, que nos habló de ella, aunque al principio no se acordaba muy bien del nombre (risas). Entonces dijimos, ya que a Idoia se le ha ocurrido pensar en esta científica vamos a ponerlo de nombre para dar reconocimiento a una mujer científica a la cual no se le reconoció lo que hizo.

Idoia.- Cuando nos juntamos al principio les dije pues “hay una mujer que era actriz de Hollywood, inventora…”. No nos acordábamos muy bien pero fue muy chulo ya que estuvimos buscando entre todas información. Así que vimos qué había hecho y nos dimos cuenta que había descubierto la primera versión del espectro ensanchado del salto de frecuencia que permitiría las comunicaciones inalámbricas de larga distancia, lo que ahora conocemos en los teléfonos móviles, la wifi, el bluetooth o el GPS. Trabajos como el que han realizado las chicas no podrían hacerse tal y como los conocemos ahora sin estos previos inventos o descubrimientos. Gracias a mujeres como Hedy es por lo que estamos hoy aquí y eso merece un digno reconocimiento.

En honor a Hedy Lamarr, el 9 de noviembre se celebra el Día Internacional del Inventor ¿Qué os parece que aun siendo una mujer lo denominen en masculino? ¿Cómo podemos nombrar ese día con un lenguaje inclusivo?

HLT.- Pues yo creo que en vez de inventor podría ser “los inventores”… ¡Hala! Pero eso es masculino también... Pero es plural… Ya, pero sigue siendo masculino... ¿Y si ponemos personas? El Día de las personas inventoras, pues sí, le llamaremos así y el año que viene el 9N nos saltamos las clases... Aunque eso ya estaba inventado (risas, muchas risas).

Hablemos del tiempo y del proceso

¿Desde cuándo lleváis trabajando en esto?

HLT.- Desde enero de este año. Pero teníamos que haber empezado en octubre solo que en Aragón se retrasó un poco más. Íbamos un poco justas y muy ahogadas en la tarea que teníamos que hacer y al final decíamos “o no llegamos o yo que sé, lo presentamos al año que viene”. Quedábamos los viernes en el PIEE porque los viernes por la tarde eran de descanso después de toda la semana. Los viernes por la tarde era para despejarte y estar con los amigos. Pero da igual porque nos íbamos al PIEE a pasarlo bien y además Idoia nos traía “chuches” (risas) y fruta. Tenía que ser compatible con los estudios, pero al final le echamos tiempo y lo conseguimos.

¿Cómo os habéis dividido el trabajo?

HLT.- En la parte de programación siempre estábamos todas porque era lo más difícil, pero en el plan de negocio y el plan de marketing nos íbamos dividiendo tareas y luego nos reuníamos para ponerlo en común e íbamos viendo si había que añadir algo o quitar (risas). Nos reímos porque siempre teníamos que quitar muchas cosas.

Idoia.- Había tareas concretas. Por ejemplo a Carla se le da muy bien dibujar y ella hizo los prototipos en papel de las pantallas que quedaron preciosos. Sorina y Zara hicieron el flowchart (diagrama de flujo) una parte muy importante del trabajo y ellas dos estuvieron ahí dándole vueltas. La programación la hicieron entre todas.

¿Quién más ha participado en este proyecto?

HLT.- En general el Instituto, hemos movilizado a todo el equipo docente. Por ejemplo, el departamento de Inglés nos ha ayudado porque algunas cosas había que hacerlas en inglés. El departamento de Plástica nos ayudó con el logo convocando un concurso en Primero de Bachillerato. Y mucha gente más, bueno sin Idoia y Ferrán se nos habría caído el proyecto. Las clases de programación con la ayuda de Javier que nos introdujo en la app porque no teníamos ni idea, un mundo desconocido (risas).

Idoia.- En la parte de ecología han trabajado con Ángel Escuin de Amigos de la Tierra, La Harinera nos dejó las instalaciones para hacer el video, la Casa de Juventud de San José organizó el primer taller de App Inventor donde conocieron a Javier Mellús, que ha sido la persona que les ha guiado en el proceso tecnológico…

HLT.- De Greenpeace, que es un colectivo ecologista muy conocido, introducimos información ecologista de su web, estaba genial explicado y es muy atractiva, aunque en realidad no hemos hablado aún con ellos (risas); supongo que cuando la aplicación se haga oficial tendremos que pedirles permiso o algo (risas).

Por lo que contáis el éxito se basa en la cooperación y en la base de un proyecto integrador que tiene mucho que ver con hacer red, sois millennials y por tanto seguramente estáis al día en redes sociales, decirme ¿Cuáles usáis y cuáles os han servido de inspiración para este proyecto?

HLT.- ¡Instagram! (todas a la vez) Y WhatsApp claro. Hemos llenado Instagram de fotos y de stories de BeEco. No seguimos a científicas porque solo seguimos a gente que conocemos pero tú vas investigando en lo de buscar y encuentras gente que, por ejemplo, hace robots y son mujeres también. Vemos a una chica que hace robots para tu día a día, un robot que te lava los dientes y todo eso, aunque son prototipos que salen mal porque es muy difícil hacerlos pero ves que están trabajando en ello y son muy graciosos.

Licencias, registros, términos legales y papeleo... Contarnos cómo habéis trabajado este tema y con qué dificultades os habéis encontrado

HLT.- Yo creo que no lo hemos tocado (risas). Es el trabajo del curso que viene. A eso aún no hemos llegado.

Idoia.- La idea es que para llevar a cabo la aplicación real y que pueda estar en el Play Store para que todo el mundo se la pueda descargar, hay un proceso legal detrás bastante importante y sin tener la seguridad de que alguien nos va a sostener en este proceso o aparezca algún colectivo interesado, no nos vamos a meter sin tener la seguridad de que la aplicación interesa. Pero bueno, para el curso que viene ya hemos hablado que tenemos pendiente contactar con colectivos ecologistas de la ciudad, con la Fundación Ecología y Desarrollo y con Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza. Si alguien coge el testigo y dice que sí, que le puede interesar la idea, pues ya nos meteremos en esto. También se necesitaría utilizar otra herramienta que no sea App Inventor, porque es muy limitada. Fíjate ya se les ha quedado pequeña.

El concurso

El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, y la concejala de Educación e Inclusión, Arantza Gracia, recibieron el pasado 5 de junio a las chicas participantes en el Technovation Challenge de Aragón.
El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, y la concejala de Educación e Inclusión, Arantza Gracia, recibieron el pasado 5 de junio a las chicas participantes en el Technovation Challenge de Aragón.

¿Cómo fue? ¿Os veíais como ganadoras?

Ana (HLT).- En el Encuentro intermedio, que se hizo al principio para conocer a las demás participantes y apoyarnos entre todas, al que fuimos Carla y yo, vimos los proyectos de la gente que nos tocó en nuestra sala. Allí nos explicaron cómo iba la aplicación y los problemas que tenían y también estaban los patrocinadores que nos iban diciendo “aquí igual no tenéis que meter esto a la hora de presentar”. Pero no nos pusieron nada malo, estuvo muy bien. Como equipo competidor veíamos a las de San Valero que tenían un trabajo sobre las personas celíacas y para mí, ellas eran las favoritas.

Zara (HLT).- El día de la verdad, en la final, teníamos que poner nuestros posters y ahí vimos mejor como iba la cosa. Cuando expusimos delante del jurado, que no estábamos todos los equipos, solo cinco, escuchamos al resto y vimos más o menos lo que habían hecho. Cuando iban a anunciar al ganador sentimos que teníamos posibilidades. Tras escuchar a los equipos, dijimos “hay posibilidades”, porque nosotras hablamos de diferentes cosas, como por ejemplo de cómo usamos el App Inventor o del plan financiero y otros grupos no atacaban mucho esos temas, explicaban más la app y los problemas que iban a solucionar.

Ana (HLT).- Antes de llegar a la final, cuando los equipos explicaban sus aplicaciones en los grupos, tenía bastante claro que íbamos a ganar (risas). Luego cuando estábamos ante el jurado y la gente iba exponiendo sus trabajos pensé “vale, no ganamos” porque como lo presentaron muy bien, decías “jo, qué buena aplicación”, te sorprendía mucho y decías “es que estamos a la misma altura todas y puede ser que una vaya más abajo por un matiz que le haya parecido al jurado”. Allí no lo tenía nada claro.

Carla (HLT).- Sí pero nosotras queríamos ganar porque cuando empezamos me acuerdo que estábamos “oye que vamos a ganar, que tenemos que ganar”. Decíamos todas, “lo importante es participar, pero vamos a ganar” (risas). Claramente, si no hubiéramos ganado hubiera estado muy bien también, no habría pasado nada.

Ferrán.- Aunque no hubieran ganado, solo por la satisfacción de haber llegado hasta donde han llegado, haber cumplido con todo y haberlo hecho todo, ha merecido la pena.

Lucía (HLT).- La verdad es que es una experiencia muy chula y se aprende un montón. Aprendes a trabajar en equipo, a saber que no siempre vamos a estar de acuerdo pero vamos a llegar a algo. Y que de esta idea, que es bastante buena idea, salían otras mejores o igual de buenas (risas). Al principio había un momento que nos arrepentíamos mucho de habernos apuntado (risas).

Idoia.- Por eso les llevaba chuches, tenía que ir detrás y animar para que no se fueran corriendo (risas).

Ana (HLT).- Tenías que echar muchas horas y decías: ¡Madre mía no voy a acabar nunca! No llegamos ¿Todo esto hay que hacer? Luego con los exámenes se te juntaba todo, había que hacer esto y estudiar y luego los exámenes los ponen en una semana. Nos perdíamos alguna clase en el Instituto para acabar porque si no era imposible. Pero bueno, luego llegas, ves el nombre en el proyector como ganador y dices: ¡Merece la pena! Al día siguiente, Lucía y yo íbamos por el Instituto como diciendo “¡Hemos ganado!” y la gente que está alrededor nuestro “¿Sabrá que hemos ganado?” (risas).

Sorina (HLT).- Ahora tenemos que centrarnos en llevarlo a la realidad, porque está un poco en las nubes. Hemos hecho este proyecto, que está muy bien, pero hasta ahora no es real. Tenemos que ver cómo ponerlo a disposición de todo el mundo. Ahora viene el marrón (risas).

Contarnos cómo ha sido la acogida del premio en el Instituto, en el barrio, en la familia...

HLT.- La verdad que muy bien. Las y los profes nos felicitaron, hasta los que no nos dan clase. Sí, nos veían y decías: “¡Nos conocen!” (risas). Las y los compañeros nos dieron un aplauso cuando llegamos el primer día a clase. También pusieron el video de la aplicación en algunas asignaturas y nos dejaron explicarlo.

Ferrán.- Presentaron la aplicación en el recreo y les hicieron una entrevista los y las alumnas de 2º de la ESO que están trabajando en clase de lengua los géneros periodísticos.

En vuestra categoría senior además, teníais que diseñar un plan de negocio que sustente la aplicación. ¿Podéis contarnos cómo lo elaborasteis y en qué consiste?

HLT.- ¡Buuuuuh! Nos sonaba todo a otro idioma: “¿Proyección financiera de aquí a cinco años? ¿Qué es esto? (risas). Pero fue muy chocante cuando nos dijo Idoia, después de una reunión, que la mayoría de los equipos habían empezado por el plan de negocio y habían dejado la programación para el final. En el evento intermedio nadie había terminado la aplicación y pensábamos que no les iba a dar tiempo de acabar. Nosotras empezamos al revés de cómo ponía en el plan de trabajo, primero hicimos la aplicación y luego el plan de negocio. Ya teníamos la experiencia de haber trabajado en App Inventor y tuvimos que quitar un montón de cosas, por eso veíamos lo difícil que era, por ejemplo, poner un botón rojo para el quiz, que parecía lo más sencillo de hacer, pues no, era muy complicado (risas). Por eso, al escuchar a los otros equipos, pensábamos “como se nota que no han empezado a hacer nada de la aplicación” (risas).

Idoia.- Claro y luego se encontraron con las dificultades. Por eso muchos de los equipos con los que estuvimos al principio, de los que nos gustaba la idea, ya no estaban después porque no la pudieron llevar a cabo.

Del barrio de San José (Zaragoza) a Silicon Valley (California)

La final se celebrará en Silicon Valley. ¿Sabéis que San José es la ciudad más grande de Silicon Valley? ¿Es una señal?

HLT.- Sí, lo sabemos. Pues igual sí es una señal (risas). Quién sabe… Todo puede ser (risas). Lo es, lo es (risas).

Ana (HLT).- Yo creo que ganar un concurso ha sido un paso, luego ya llegar a Silicón Valley es una zancada. No, en serio, yo sinceramente creo que hasta allí no vamos a llegar porque hay mucha gente que participa y es muy grande la competencia. Además este es nuestro primer año. Pero la idea es muy buena, yo creo, entonces todo puede ser. Pero en la semifinal previa europea hay mucha competencia, algunos países están más desarrollados. Tres de nosotras hemos estado en Estonia este año en un Erasmus Plus. Es una pasada, allí la tecnología es increíble. Tú comparas España con Estonia y la tecnología que tienen allí no la imaginamos todavía aquí. Lo pueden hacer todo con el DNI.

HLT.- Llegar a la final no nos lo hemos planteado mucho. En el trayecto de ir hasta allí nos da un infarto (risas). No, va en serio, lo celebraríamos pero sería muy guay porque además salir de España sería un subidón. Ir a otro continente, cruzar todo el Atlántico...

¿Qué le diríais a la población joven y urbana de Zaragoza que es a la que está destinada la aplicación?

HLT.- Que se tienen que interesar más por el planeta, porque de verdad esto en el futuro va a ser un problema y es que nos va a afectar a nosotras. Tenemos que ayudarnos a nosotras mismas. Ya se está viendo en realidad, que si no hacemos nada, que normalmente dices: “¡Bah! Aunque yo no lo haga no va a pasar nada”. Pero como todo el mundo piense así, y normalmente todo el mundo piensa así, al final no se hace nada nunca. Ese es el problema, que nunca se ve como un problema personal. Siempre es de todos, alguien de esas personas lo solucionará pero nunca vas a ser tú. Por eso, tienes que dar el paso de solucionarlo, es una cosa muy importante porque nos la vamos a comer con patatas en un futuro.

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Para ampliar información sobre Hedy Lamarr se puede ver el documental 'Bombshell, la historia de Hedy Lamarr'  y visitar la web Mujeres con ciencia.

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