Hay verbos que nunca se deberían conjugar en imperativo: soñar, leer, amar… pero a nuestro Gobierno de Aragón le parece apropiado ordenar a las y los niños que lean. 'Toma y lee', han denominado a su programa de animación a la lectura.
¿De dónde procede esa mandona y contundente frase? Si vais a cualquier buscador, comprobaréis que el origen es la parte de la biografía de Agustín de Hipona (san Agustín para las y los católicos) en la que se convierte al cristianismo más ultra. Eso sí, después de una vida de placeres sin límite. En ese episodio, un niño le dice “toma y lee”, la Biblia claro. Y a partir de esa alucinación se vuelve talibán del cristianismo.
La frase elegida por la DGA es desacertada, y además, no sabemos si consciente o inconscientemente, nuestras autoridades siguen sacando su lado más rancio, casposo y de mantilla, haciendo honor a una figura que elaboró la parte más misógina de la ¿filosofía? cristiana.
Se nos ocurre que 'Ven y confiesa' sería un buen nombre para su ley de transparencia. Tan transparente ella que nunca se acaba de ver.
Belén Sánchez Valverde (miembro de MHUEL) | Para AraInfo